
A partir de 2025, el renacido Prelude tomará el lugar del Civic Type R en la categoría estelar GT500, donde se enfrentará a lo mejor de Toyota y Nissan en un escenario cargado de historia.
El Super GT es uno de los campeonatos más espectaculares del mundo. Sus autos no son simples versiones de calle con esteroides, sino auténticos prototipos con carrocerías que evocan a los íconos japoneses. Así nacieron leyendas como el Castrol TOM’s Supra, el Mugen NSX o el mítico Pennzoil Skyline R34, nombres que los fanáticos de Gran Turismo conocen de sobra.
Toyota corre con el GR Supra, Nissan con el nuevo Fairlady Z y Honda hasta ahora alineaba al Civic Type R FL5. Sin embargo, los resultados del Civic no fueron los más brillantes, y con el nuevo Prelude en escena, Honda encontró al candidato ideal para retomar protagonismo.
Las primeras imágenes muestran un prototipo en fibra de carbono, con todo el arsenal típico de GT500: salpicaderas ensanchadas, un alerón gigantesco y aerodinámica extrema. Aunque no hay datos técnicos oficiales, el reglamento obliga a usar motores 2.0 litros turbo de cuatro cilindros, los mismos que el Civic saliente, capaces de generar alrededor de 650 hp. La diferencia clave es que este Prelude de carreras no tendrá hibridación y será de tracción trasera, alejándose por completo de su contraparte de calle.
Este es el Prelude más rápido de la historia. Los GT500 no son cualquier turismo, ya que corren en Fuji Speedway más veloces que los Hypercars del Mundial de Resistencia, lo que habla de su brutal nivel de desarrollo.
La llegada del Prelude también lo conecta con un linaje exclusivo dentro de Honda. El coupé se une a nombres como el NSX en sus dos generaciones y al peculiar HSV-010, aquel experimento nacido del cancelado sucesor V10 del NSX.
Todo apunta a que 2025 será un año emocionante para los fanáticos gracias a contar en la misma pista con los Supra, Z y ahora Prelude.