
General Motors anunció una inversión histórica de $888 millones de dólares en su planta de Tonawanda Propulsion, ubicada en Nueva York, con el objetivo de preparar la producción de la sexta generación de motores V8.
Esta inversión, la más grande que la compañía ha realizado en una planta de motores, reafirma el compromiso de GM con la manufactura estadounidense y la evolución tecnológica de sus trenes motrices.
Los nuevos motores V8, destinados a pickups y SUVs de gran tamaño, ofrecerán un rendimiento superior con mejoras en eficiencia de combustible y reducción de emisiones. Parte clave de esta evolución serán las innovaciones en combustión y gestión térmica, que marcan un salto técnico frente a la generación actual.
Mary Barra, presidenta y CEO de GM, destacó que esta inversión subraya el compromiso de la empresa con el empleo en Estados Unidos y la modernización de sus instalaciones. “Tonawanda lleva 87 años operando y sigue siendo parte esencial de nuestra estrategia para ofrecer vehículos de alto desempeño y eficiencia”, comentó.
Además de nuevo equipo, maquinaria e infraestructura, la planta también mantendrá la producción de motores V8 de quinta generación mientras se prepara para arrancar con los nuevos bloques en 2027.
Este anuncio sigue a la inversión de $500 millones realizada en 2023 en la planta de motores de Flint, Michigan, también enfocada en la sexta generación de V8. Así, Tonawanda se convierte en la segunda planta de propulsión de GM en producir esta línea.
Representada por el sindicato UAW Local 774, la planta continuará siendo un pilar industrial para la región de Buffalo y para el portafolio de pickups y SUVs de marcas como Chevrolet, GMC, Buick y Cadillac. Este tipo de inversiones dejan en claro que las marcas siguen interesadas en el perfeccionamiento del motor de combustión interna. ¡Larga vida al V8!