
Si bien, la gran mayoría de las marcas automotrices se prepararon con una importante cantidad de vehículos en stock ante la entrada en vigor de los aranceles del gobierno de Estados Unidos, Ford se convirtió en el primer fabricante grande que elevó los precios de sus autos ante estas tarifas.
Específicamente lo hizo en los tres vehículos que fabrica en México: Bronco Sport, Maverick y Mustang Mach-E, los cuales elevaron sus precios unos 2,000 dólares (en promedio) desde el pasado 2 de mayo.
Aunque, un vocero de la compañía afirmó que esta alza en los precios será visible en el mercado estadunidense hasta finales de junio, cuando lleguen las unidades que ya cruzarán la frontera entre México y Estados Unidos con este gravamen del 25%.
Esta noticia además muestra que ninguna de las tres camionetas que Ford fabrica en sus plantas de Hermosillo, Sonora, y Cuautitlán Izcalli, Estado de México, cumplen el 64% de integración regional de partes, que es la única forma en la que un vehículo hecho en México o Canadá (por el momento) libra la imposición de 25% de arancel.
Actualmente Ford tiene en Estados Unidos un programa de descuentos en muchos de sus modelos, que se mantendrán hasta el próximo 4 de julio.
Hace unos días Jim Farley, CEO de la compañía, propuso que el gobierno estadunidense debería otorgarle créditos a los fabricantes que hagan autos en la Unión Americana y los exporten a otros mercados, para con ello, poder compensar el impuesto por la importación.
Ford fabrica un 80% de su gama en Estados Unidos, importado tres modelos de México, la gama Super Duty de pick ups de Canadá, y la Lincoln Nautilus, de China.
La firma aseguró que las tarifas de importación que el presidente Donald Trump está aplicando le agregarán 2.5 billones de dólares en gastos, que se calculan, pueden reducir hasta 1 billón.