Hace unos días el Servicio Secreto de Estados Unidos confirmó que sostuvo una reunión de trabajo con General Motors para definir la próxima generación de vehículos blindados para distintas dependencias del gobierno estadunidense, incluyendo la limusina presidencial, mejor conocida como La Bestia.
Esta reunión se realizó en el Centro Global de Diseño de GM, en Warren, Michigan, donde el director de la dependencia, Sean Curran, y directivos de la compañía hablaron sobre avances en tecnología y otros elementos, que le permita al Servicio Secreto brindar los mejores vehículos blindados al gobierno.
La dependencia publicó en su cuenta de X (@SecretService) fotos de Curran y también la imagen de una Cadillac Escalade, que se presume será la próxima limusina presidencial, la nueva Bestia. Este proyecto ya estaría en fase de desarrollo, pues antes de que finalizara 2024, se le dio a GM un contrato de 14.8 millones de dólares para ello, mismo que se estima podría llegar hasta 40.8 para finales de la década, con la construcción de varias unidades.
"Estamos demasiado lejos para hablar de costos o fechas específicas. Nuestros equipos de ingeniería, operaciones de protección y seguridad técnica trabajan durante años para desarrollar la infraestructura de vanguardia que se utiliza para producir estos vehículos altamente avanzados", afirmó a Reuters un portavoz del Servicio Secreto.
Lo que sí se sabe, es que la semana pasada el presidente Donald Trump se reunió con Mary Barra, CEO de General Motors, para discutir algunas de las especificaciones de la nueva Bestia.
El vehículo actual, fue puesto en circulación en 2018, justo a mitad del primer mandato de Donald Trump, y también fue utilizado por Joe Biden. Así que es probable que veremos una nueva Bestia hasta 2029-2029, tomando en cuenta una vida útil de 10 años, pues antes de ello, Barak Obama estrenó una limusina en 2009.
El primer presidente de Estados Unidos que utilizó una limusina Cadillac fue Woodrow Wilson, quien en 1919 viajó en Boston en un Series 53 1916, durante las celebraciones por el final de la Primera Guerra Mundial.
Tras ello, varias marcas han sido transporte oficial de varios presidentes, sin embargo, desde el periodo de Bill Clinton (1993-2001), Cadillac ha sido la única marca, pero fue con su predecesor, George W. Bush, que se desarrolló como tal un vehículo especial y altamente blindado, para transportar al presidente y fue ahí cuando recibió el nombre de La Bestia por su imponente tamaño y tecnologías. Este auto se estrenó en 2001.
