El domingo pasado la NFL celebró el Super Bowl LIX en Nueva Orleans, un juego que es visto por millones de personas y que siempre presenta una superestrella en su espectáculo de medio tiempo, en este caso el rapero Kendrick Lamar, quien arrancó su presentación sobre el cofre de un auto muy especial.
Si eres fan de los autos, no hay manera de que no te hayas emocionado al ver un auto con la pinta del Buick GNX ir apareciendo poco a poco en escena, con ese color negro y ese diseño coupé totalmente de finales de los 80.
Lamar tiene una importante relación sentimental con el vehículo, pues su padre tenía un Buick Regal Gran National cuando él nació y fue el auto en el que lo llevaron del hospital a su casa. Además, en 1987, su año de nacimiento, General Motors lanzó el GNX, una versión deportiva del Gran National, que marcó el fin de una era para el modelo, pues a partir de su siguiente generación pasaría a ser de tracción frontal.
Es por ello que su más reciente álbum se llama GNX y claro, el rapero compró uno de estos autos, del que sólo se fabricaron 547 unidades.
A medida que nos vamos adentrando en los años 20 del este nuevo siglo, los modelos de los años 80 y 90 comienzan a tomar notoriedad como joyas de la industria y el Buick GNX es uno de esos modelos que vuelve a hacernos voltear a admirarlo.
Buick Regal Grand National
Durante la década de los 80, la marca de lujo de General Motors estuvo trabajando en ir mejorando el Regal, específicamente su segunda generación, lanzada en 1978, sólo en formato coupé, pues el sedán y la guayín recibían el nombre de Century.
En 1981, tras una profunda actualización, el Regal entró a competir a NASCAR, siendo uno de los autos preferidos de varios equipos y el bólido con el que la superestrella Richard Petty ganó la edición de ese año de las 500 Millas de Daytona, todavía como Regal Sport Coupé, que era la versión con el motor turbo.
Para febrero de 1982 debutó el Regal Grand National, que tomó su nombre de la NASCAR Winston Cup Grand National Series, hoy conocida como la NASCAR Cup, donde logró en 1981 ganar el Campeonato de Marcas (mismo que repetiría en ese 1982), pero era sólo un kit estético.
Aunque se pensó como una serie limitada a 100 autos, en su primer año vendió 215 unidades, pero de esos, 35 tomaban como base el Sport Coupé.
Fue hasta 1984 que Buick revivió al modelo y ahora sí lo puso en el mercado sólo con un propulsor sobealimentado, un V6 3.8 litros que entregaba 200 caballos de fuerza y 300 libras-pie de torque al eje trasero. Se fabricaron unas 2,000 unidades ese año.
Los siguientes años el modelo fue teniendo mejoras en el motor y el equipamiento, pero en 1987 era momento de decirle adiós a la segunda generación del Regal y GM tuvo una gran idea, lanzar una edición limitada llevada al extremo.
Buick GNX 1987
Así se lanzó el GNX siglas de Grand National Experimental, un auto que fue desarrollado en conjunto con McLaren y que en su momento era uno de los coches con la aceleración más rápida del mercado (incluso más que la de un Corvette).
547 Regal Grand National fueron intervenidos por McLaren para convertirse en el GNX, impulsados por un motor V6 turbo que entregaba 300 caballos de fuerza y 420 libras-pie de torque, y una serie de modificaciones que incluía una nueva transmisión Hydramatic 200-4R, un turbo distinto, intercoolers, diferencial, cardán, elementos aerodinámicos y de enfriamiento.
Además de una suspensión con un brazo específico en el eje trasero para mantener las ruedas pegadas al piso y con ello ganar mayor tracción.
Gracias todo este trabajo de reingeniería, el GNX era capaz de cubrir el cuarto de milla en 12.7 segundos, unas milésimas más rápido que el Ferrari F40 y el Porsche 930, y de la misma forma los vencía en la aceleración de 0 a 100 km/h.
Si bien ya se estaba empezando a revalorizar el GNX en subastas y otras transacciones, hace poco se pagaron 200,000 dólares ($4,110,321) por uno de ellos, tras su aparición en el Súper Domingo, es seguro que su valor se disparará a cifras de seis dígitos.
Por cierto, el auto que apareció en escena el domingo pasado no es el que compró hace poco Kendrick Lamar, es en realidad un vehículo que encontraron en un lote en California, mismo que restauraron para tener el look original del GNX y que pudiera aparecer en este espectáculo sin el riesgo de dañar el del rapero.