![El único Chevrolet Corvette que corrió en NASCAR volvió a casa](https://acnews.blob.core.windows.net/imgnews/medium/NAZ_0ae946a4118b4797943ea8f611dc74d6.webp)
Entre 1961 y 1963, Bill Whitley corrió en su pista de casa, el óvalo de un cuarto de milla del Bowman Gray Stadium, en un Chevrolet Corvette 1954, él único Corvette en la historia que ha participado en una competencia de la categoría estelar de la NASCAR.
En 1963, en la última carrera de Whitley en la categoría (sólo arrancó seis competencias entre 1960 y 1963), el piloto chocó, causando graves daños al auto, por lo que tuvo que retirarse y desde ahí no se supo mucho más de este Corvette.
Sin embargo, el fin de semana pasado el equipo Hendrick Motorsports llevó una sorpresa muy especial a este óvalo en Carolina del Norte, donde por primera vez desde 1971 la serie volvió a tener un evento oficial, la exhibición de arranque de temporada llamada The Clash.
Ahí, frente a toda la crema y nata de la serie, el dueño del equipo Rick Hendrick lució el Corvette de Whitley totalmente restaurado y luciendo el icónico 17X con el que el piloto de Winston-Salem, Carolina del Norte, corrió hace más de 60 años.
Este auto, del que no se supo nada durante varias décadas, fue hasta 2016, poco después del fallecimiento de Whitley, que su hijo, Pat llamó a Dale Ledbetter, director general de Hendrick Performance, para saber del interés de ellos por adquirir el auto.
Tras esta llamada, las cosas se pusieron en marcha y el mismo Rick Hendrick se puso al frente del proyecto de compra y restauración, pues él es un gran fanático del Corvette, con una colección de más de 20 unidades con el VIN 001, incluyendo el Corvette ZR1 2025 que compró la semana pasada en una subasta de Barrett-Jackson, en Arizona, por 3.7 millones de dólares.
El equipo no publicó el costo de la restauración, pero seguro fue una inversión millonaria y al ser parte de la historia de NASCAR, es un auto que tiene un precio incalculable.
Por cierto, el equipo Hendrick Motorsports se llevó la victoria en The Clash, en las manos de su piloto Chase Elliot.