El camino a la electrificación ha sido complicado para Volkswagen casi desde su inicio. No hace falta decir lo ambicioso que ha sido su proyecto cero emisiones -que a su vez nació post diésel gate- sin omitir que, en dicho camino, han surgido muchas variantes que han complicado aún más el escenario para sus modelos eléctricos: post pandemia, baja demanda, altos costos de desarrollo y la creciente ola de producto chino (el más complicado de todos).
Lo anterior ha sido factor para que el 2024 pasara “de noche” en cuanto a lanzamientos de modelos eléctricos en la marca y, haciendo un poco de memoria, el último modelo en llegar de la familia ID. de Volkswagen fue el ID.7; aquello se dio a mediados de 2023.
Para 2025 la situación no parece que vaya cambiar, pues la llegada del ID.2 ya ha sido postergada para los mercados planeados y Norteamérica no está siendo considerada. La situación se agrava con la baja demanda en Estados Unidos y Europa, mientras que en China se pierde terreno contra las crecientes marcas locales cuyos productos llegan con más novedad, sobre todo tecnológica, a precios más contenidos.
Actualmente, Volkswagen trabaja de la mano con Xpeng, desarrollando tecnología y plataformas eléctricas que le permitan acercarse más al mercado chino y de soporte a los modelos eléctricos de Volkswagen. Estos modelos deberían llegar a partir de 2026, buscando una meta de cuatro millones de unidades entregadas en 2030.