La temporada 2026 marcará un hito muy importante, pues será la primera vez que un equipo de Fórmula 1 del Grupo Renault corra sin un motor hecho por el fabricante francés, rompiendo una tradición de más de 50 años.
LA escudería Alpine F1 confirmó hoy que a partir de 2026 se convertirá en cliente de Mercedes-AMG para el suministro de motores y transmisiones, aprovechando el espacio que Aston Martin dejará vacante al ser nuevo cliente de Honda.
Este movimiento es parte de una reestructura que el CEO del grupo francés, Luca de Meo, está llevando a cabo en la escudería, misma que no ha tenido el éxito deseado y, sobre todo, desde que inició la era turbo-híbrida de la Fórmula 1 en la temporada 2014, dejó de ser un fabricante de motores importante en la serie.
Eso significa que, al sólo motorizar a su escudería, el gasto en el desarrollo de la planta motriz, sobre todo con el cambio de reglamentación en 2026, lo hace demasiado costoso e inviable para un grupo automotriz que está (como casi todos) buscando recortar gastos y ser más rentable.
Renault llegó a la Fórmula 1 en la temporada 1977 y un año antes, comenzó el trabajo de producción del propulsor con el que debutó, desde entonces sus motores han participado en 747 Grandes Premios sumando: 169 victorias, 465 podios, 12 Campeonatos Mundiales de Constructores y 11 de Pilotos (incluyendo los dos logrados en 2005 y 2006 con Fernando Alonso, que son los únicos que tiene con su escudería), así como 213 pole positions.
Esto coloca a los galos como el cuarto fabricante de plantas de poder con más triunfos en la historia de la categoría, el segundo mayor ganador de Títulos de Constructores y el tercero de Pilotos.
Salvo alguna otra carrera loca (o un brinco extraordinario en el rendimiento del motor) tal vez el Gran Premio de Brasil 2024 pudiera marcar el último podio de un motor Renault en la Fórmula 1.