La popularidad de los autos eléctricos creció desmedidamente en los últimos años, y pudimos ver que se tuvieron que enfrentar a muchas críticas y adaptaciones según los mercados, pero ahora aparece un nuevo enemigo: los caminos.
Si eres usuario de un auto con poco despeje, ya sea de forma modificada o de serie, seguramente te ha tocado de “sufrir” con los caminos en mal estado, los reductores de velocidad, los baches y los topes, ya que estas irregularidades en la calzada pueden raspar y/o dañar los bajos del vehículo; pero lo que no teníamos en cuenta es lo que sucede con los eléctricos.
¿Qué pasa con los autos eléctricos y los desniveles?
Los vehículos eléctricos tienden a ser más bajos por un tema de aerodinámica y eficiencia, y las suspensiones están hechas para soportar el peso elevado de las baterías, pero si combinamos estos aspectos con los caminos en mal estado o con muchas irregularidades, hacen que manejar un vehículo a baterías sea un dolor de cabeza en nuestra región, incluso en un SUV o Crossover.
En Brasil, comenzaron a circular fotos y videos sobre el daño que se genera en las partes bajas de los vehículos eléctricos, que si bien en el mejor de los casos pueden ser únicamente superficiales, el problema está cuando el impacto llega a las baterías, y al momento de los arreglos, tal como muestra el influencer brasileño Paulo Korn en el siguiente video.
En el video, se puede ver que el dueño de un BMW iX dañó toda la parte inferior de su SUV eléctrico, y si bien no se aclara la razón de los daños, el influencer afirma que podría haber sido por los caminos irregulares, pero la "polémica" está en los costos de reparación.
Para tener como referencia, en Brasil, la versión “xDrive50 Sport” del iX, que es la del video, cuesta cerca de 890,000 reales cero kilómetros ($3,118,827 pesos), y el presupuesto del arreglo en una concesionaria es de ¡casi 910,000 reales! ($3,188,913 pesos) es decir, más que el vehículo en sí.
Quizás pienses que los precios elevados dependen de la marca o la exclusividad, pero la realidad es que no es así: en 2022, un propietario de un FIAT 500e raspó los bajos del vehículo y dañó la batería, y el costo de la reparación fue de R$ 240,000 ($841,032 pesos), cuando el auto en sí costaba R$ 215,500 ($755,176 pesos).
Es importante mencionar también que este fenómeno en el que los costos de reparación de baterías son muy elevados ocurre en todo el mundo, pero obviamente es mucho más probable que pase por el estado de los caminos; no por nada hay marcas que deciden ofrecer sus vehículos con más despeje que en otros mercados, incluso en variantes deportivas.
Si bien todavía no hay soluciones para estos inconvenientes, los brasileños ya empezaron a "quejarse" y recomiendan que las marcas hagan vehículos eléctricos más altos, lo que perjudicaría la aerodinámica y, por consecuente, la autonomía, pero evitaría o reduciría la probabilidad de tener que afrontar la estratosférica inversión que resulta arreglar los daños.