Checo Pérez nos tiene acostumbrados a que hay un momento en la temporada en la que nada le sale y comienza a tener muchos problemas con el monoplaza, sin embargo, no lo habíamos escuchado realizar un reclamo tan desesperado a Red Bull, como el de este domingo en Austria.
El mexicano fue un fantasma durante el fin de semana de carrera en el Red Bull Ring, donde no destacó ni en las calificaciones, ni en las dos carreras del GP de Austria, sumando apenas 7 puntos entre la Sprint Race del sábado y la competencia de hoy.
Si bien Checo siempre busca la explicación a la situación y un temprano golpe con Oscar Piastri (McLaren) al inicio de la carrera dañó su RB20, el tapatío se escuchó frustrado al final de la carrera de hoy y reclamó la falta de velocidad a su equipo.
“No puedo creer lo lentos que somos... esto es demasiado”, dijo Pérez en el radio al final de la prueba.
Si bien, el RB20 no es la aplanadora que fue el RB19, Max Verstappen sigue arreglándoselas para exprimir el rendimiento del auto y estar peleando la victoria en cada fecha, sin embargo, desde Imola, el auto se ha vuelto un tormento para el mexicano.
Muchos señalan al ingeniero de carrera del mexicano, Hugh Bird, a quien han acusado de cometer errores graves como sacar en mal momento a Checo a calificar, tener mala gestión de los juegos de neumáticos y estrategias erróneas en carrera.
Lo cierto es que toda la culpa no es de Bird y tampoco de Pérez, pero es claro que la pareja no funciona y está comenzando a poner en riesgo al equipo austriaco, que si bien mantiene una buena distancia en el Campeonato de Constructores, es muy complicado mantener el liderato si sólo peleas con un piloto.
De alguna forma Red Bull tiene que encontrar un arreglo a esta situación, pues la tensión es clara y eso puede traer más problemas.