La huelga que la UAW realizó el año pasado para presionar a las tres grandes de Detroit (GM, Ford y Stellantis), sigue teniendo secuelas, no sólo en temas financieros, sino también en los planes futuros de producción de las marcas.
Así lo dejó ver Jim Farley, CEO de Ford, al afirmar en la Wolfe Research Global Auto Conference, que la compañía será más cuidadosa en cuanto a la selección de las plantas donde producirá sus próximos lanzamientos.
En este reporte, la agencia AP también se cuestiona si eso significa que se traerá esta producción a México pues, además de que los costos son menores, no hay presencia de la UAW acá y esos vehículos siguen siendo elegibles para recibir las bonificaciones de EV por parte del gobierno estadunidense.
En 2020 la firma estadunidense ya apostó por una planta en nuestro país para fabricar uno de sus modelos más esperados, la Mustang Mach-E, un eléctrico puro que se produce en la planta de Cuautitlán Izcalli, Estado de México, donde incluso se colocó una fábrica de baterías.
También, en años anteriores la fábrica de Hermosillo, Sonora, era la mayor productora del Fusion, un sedán mediano importantísimo durante mucho tiempo para la marca en Estados Unidos.
Parece que podría haber una oportunidad inmejorable para que Ford traiga más inversión a México, para arrancar su nueva ofensiva de vehículos 100% eléctricos.