La nueva generación del Ford Mustang por fin desembarcó en Europa tanto en formato Coupé como Convertible. No está de más recordar que el pony car ha sido muy bien recibido en el viejo continente, cosechando excelentes ventas.
Los cambios del Mustang europeo conforme al americano son muy pocas y se limitan a fascias con un portaplacas más grande, así como una paleta de colores adaptada a los gustos europeos. De ahí en más, estamos prácticamente ante el mismo deportivo.
Bueno, esto al menos en el apartado estético, ya que bajo el cofre sí hay novedades, aunque no del todo buenas para los clientes europeos y es que debido a las normas de emisiones el V8 de 5.0 litros tuvo que reducir el músculo.
En el caso del Mustang GT, la potencia es de 440 hp y 398 lb-pie de torque. Esto es significativamente menos que el modelo con especificaciones estadounidenses, que produce 480 hp y 415 lb-pie de torque. En este caso, la transmisión puede ser una manual de seis velocidades o a una automática de diez relaciones.
Sin embargo, lo realmente penoso viene con el Dark Horse, que pasó de 500 hp y y 418 lb-pie a tan solo erogar 447caballos de fuerza. Sí, como leíste, es tan solo 7 caballos más potente que el GT, y lo peor es que mantiene inalteradas las mismas 398 lb-pie de par.
Al menos donde todo se mantiene igual es en la puesta a punto más deportiva, cortesía de unas barras estabilizadoras traseras más grandes, amortiguadores delanteros de alta resistencia, así como rines de 19 pulgadas con neumáticos Pirelli P Zero PZ4. Esto sin olvidarse de un enfriador de aceite auxiliar, un radiador liviano y diferencial de deslizamiento limitado, entre otros elementos.
De las pocas veces, que no enviados a los europeos…