Los Leones de Detroit están viviendo un momento dorado en la NFL y este domingo será un día muy especial para esa ciudad y en gran parte del estado de Michigan, que ha tenido que esperar más de 30 años para ver a su equipo estar en la antesala del Super Bowl, algo que General Motors entiende y por ello hizo hoy un anuncio especial.
El grupo automotriz confirmó que el próximo domingo retrasara la hora de entrada del tercer turno en su planta de Flint, para que los trabajadores puedan ver completo el juego.
El complejo de manufactura de Flint es el más importante que tiene la compañía en Michigan, pues es donde se fabrican las pick ups Chevrolet Silverado HD y GMC Sierra HD, dos de los modelos más demandados en el mercado estadunidense, siendo esta la única fábrica del grupo que actualmente trabaja en tres turnos.
Los trabajadores entrarán una hora tarde y ese tiempo será descontado de sus salarios.
“Sabemos que los Detroit Lions estarán en el juego del Campeonato de la NFC y es una oportunidad única y poco común, que justifica este ajuste temporal del calendario para permitir que los empleados disfruten del juego y lleguen a tiempo al trabajo”, informó la marca en un comunicado.
GM reconoce la importancia de este momento para la gente de Detroit, que incluso modificó su logotipo para mostrar su apoyo al equipo.
El diario local Detroit Free Press buscó a representantes de Ford y Stellantis para saber si harán movimientos similares, recibiendo la confirmación de Stellantis de que no habrá cambios en sus horarios, mientras que Ford no respondió.
Desde 1964 los Leones de Detroit fueron propiedad de William Clay Ford Sr., nieto de Henry Ford. Luego de su fallecimiento en 2014, el control del equipo pasó a manos de su esposa Martha Firestone Ford, nieta del fundador de la compañía de neumáticos Firestone, quien en 2020 dejó el cargo a la actual dueña Sheila Ford Firestone, hija de ambos.
William sólo pudo ver a su equipo ganar un partido de playoffs y perdió la final de la Conferencia Nacional contra los Pieles Rojas de Washington en 1991. Desde esa fecha, hasta este enero, no habían ganado un solo partido de postemporada y menos jugando como locales.
Este domingo visitarán a los 49es de San Francisco para buscar el primer pase al Super Bowl de su historia.
