Audi fue una de las primeras marcas en confirmar que para la década de 2030 toda su alineación de autos nuevos sería eléctrica, sin embargo, unos años después los de Ingolstadt confirman que mantendrán vivo el desarrollo de autos a combustión y PHEV. Todo con el fin de mantener a los clientes y distribuidores que aún no confían por completo en el cambio a la electrificación total. Lo anterior vino directamente del nuevo CEO de la marca, Gernot Dollner.
Desde ahora a 2026, Audi tendrá mucha actividad, pues planean lanzar al menos 20 modelos nuevos de los cuales al menos la mitad serán solo eléctricos, el resto compartirán trenes motrices a combustión e híbridos enchufables.
Estos planes se mantienen a la par de lo que ya hemos visto con BMW y Porsche, marcas que también han retrasado parte de su electrificación para mantener a una base de clientes que aún no ve como la solución a la electrificación. A su vez, la fuerte inversión por parte de algunas de estas marcas en los combustibles sintéticos ha hecho que el motor a combustión tenga una nueva posibilidad de sobrevivir.
Manteniendo así tanto a modelos clásicos como a futuros deportivos que busquen satisfacer a los clientes que persigan las sensaciones más tradicionales de un auto a combustión.
En el caso de BMW, el proprio CEO de la compañía, Oliver Zipse, ha explicado que en BMW no quieren deshacerse aún del motor a combustión, pues a pesar de que las ventas de EV vayan al alza internamente, la de los modelos a combustión sigue manteniendo un buen nivel global. Por el contrario, BMW se ha enfocado en también invertir en otras formas de propulsión como los vehículos con celda de hidrógeno.
Queda claro que el interés común es el de buscar a la electrificación, pero con los avances más recientes en la industria, parece que habrán más soluciones que llegan al fin común de reducir o neutralizar lar emisiones contaminantes provenientes al menos de los autos de uso civil.