Volkswagen confirmó que puso en pausa la producción de dos de sus fábricas en China, precisamente las plantas ubicadas en Chengdu y Changchun. Esta decisión no viene desde el gobierno de aquel país, sino de la propia empresa alemana al verse perjudicada por las dificultades para obtener piezas de proveedores que han tenido que reducir la producción debido al rebrote del coronavirus en la región.
La interrupción de la producción en Chengdu afecta a la flamante marca Jetta pero también a modelos del Grupo VW que se fabrican allí como el VW ID.4, VW Golf, VW T-Roc y Audi Q2.
Por otro lado, Changchun no quedó completamente cerrada sino que se detuvo la producción en dos de sus cinco líneas por falta de piezas. Allí se verá afectada la producción de modelos como el modelos Audi A4, A6, Q5 y e-tron fabricados para el mercado chino.
Un portavoz de Volkswagen le dijo al medio Automobilwoche que la marca está ansiosa por reiniciar la producción lo antes posible, por eso “la posibilidad de reanudar la producción en los lugares mencionados se está revisando de forma continua”.
Por otro lado, ante la consulta de la prensa marcas como BMW y Mercedes-Benz confirmaron que la producción en sus plantas continúa como de costumbre. Sin embargo, ambos fabricantes de automóviles dijeron que están monitoreando los disturbios civiles en curso por el descontento ante el regreso de las restricciones y se reservaron el derecho de tomar decisiones cuando corresponda.
Distinto es el caso de Honda, que se ha visto obligada a parar la producción en su planta de Wuhan debido a las restricciones de circulación en toda la ciudad, sin tener en claro cuánto tiempo permanecerá cerrada esta planta.
Como una saga de películas de terror que sigue estrenando secuelas, el COVID-19 no parece ser cosa del pasado, y estos rebrotes (y la suba de casos en varias zonas del mundo) nos podrían indicar que estamos ante un nuevo episodio de contagios, restricciones y problemas. Esperamos con los dedos cruzados que esto no suceda.
