El caso del "dieselgate" que involucró a Volkswagen quedará para siempre marcado a fuego en la historia de la industria automotriz. Y como suele suceder con todo lo que uno descubre o investiga, se abre una caja de pandora donde comienzan a aparecer muchos otros fabricantes que también han tratado de jugar al margen de la ley. Esta más que claro que hoy en día, la carrera por alcanzar una imagen más ecológica y sostenible ha puesto de cabeza a muchos ingenieros, quienes saben que lograr las estrictas homologaciones de emisiones es mucho más difícil que antes.
Un caso muy parecido se viene destapando en Japón, el cual involucra al fabricante de camiones Hino, perteneciente al Grupo Toyota. El escándalo, anunciado por la agencia Reuters, lleva investigándose bastante tiempo. De hecho, en un inicio, las acusaciones señalaban que Hino había estado falsificando información de emisiones desde el 2016. A principios de este mes, se descubrió que las malas prácticas llevan ejecutándose desde el 2003.
En marzo de este año, el Ministerio de Transportes de Japón, revocó las homologaciones para cuatro motores fabricados por la compañía, utilizado en cerca de 115 mil camiones. La medida, también afectó a productos de Isuzu y Toyota que equipaban uno de estos motores. En Japón, vale señalar, que tras los escándalos del "dieselgate" se realizaron diversas investigaciones durante el 2018, las cuales afectaron en mayor medida a Yamaha, Mazda y Suzuki, y en menor medida a Nissan y Subaru, sobre los procesos que estaban utilizando para las mediciones de gases.
Volviendo a Hino, la investigación realizada por el comité encargado de abordar la causa es bastante curiosa, porque se señala una conducta que no es coherente con la famosa filosofía de trabajo de Toyota (The Toyota Way): los ingenieros tenían miedo de enfrentar a sus superiores. Por ende, los ingenieros si sabían de estos problemas, pero por tratar de cumplirle a los cargos de mayor jerarquía, no fueron capaces de imponerse.
Toyota, el año pasado, formó una alianza llamada Commercial Japan Partnership Technologies Corporation, junto con Hino e Isuzu, la cual tenía por meta, lograr avances en materia de electrificación, potenciar el desarrollo de tecnologías en base a hidrógeno, propuestas de conectividad y plataformas en conjunto. Esta semana, Toyota decidió despedir a Hino de esta sociedad, culpa de todas estas acusaciones, según un comunicado oficial publicado por Toyota.
El mismísimo Akio Toyoda, generó una dura declaración sobre el tema: "Estamos extremadamente desilusionados con las conductas de esta compañía en relación a las pruebas de certificación, las cuales han dañado enormemente la confianza de nuestros clientes y todos nuestros socios. Hino ha tenido un mal comportamiento con respecto a la certificación de motores por un largo periodo de tiempo y la compañía hoy se encuentra en una situación donde no se le podrá reconocer su participación entre los 5.5 millones de individuos que hoy conforman la industria automotriz japonesa."
Por ahora, Hino tiene tres meses para hacer un cambio absoluto en su directiva, incluyendo al presidente de la compañía, Satoshi Ogiso. El resto, se irá viendo en el camino.