Luego de anunciar el proyecto de ley de clima y energía de 430,000 millones de dólares aprobado por el Senado de Estados Unidos, el Congreso aumentará el crédito fiscal federal para los compradores de vehículos eléctricos, sin embargo, impondría restricciones, incluida la prohibición de que los vehículos no ensamblados en América del Norte reciban el crédito.
Ante esta situación, la Unión Europea y Corea del Sur han expresado su preocupación por las exenciones fiscales propuestas por el gobierno Estados Unidos para el mercado de vehículos eléctricos, aludiendo que pueden discriminar a los modelos fabricados fuera del mercado estadounidense y violar las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Esta prohibición de exenciones fiscales para vehículos eléctricos fabricados fuera de América del Norte entrará en vigor una vez que el presidente Joe Biden firme el proyecto de ley. Dicha legislación propuesta también incluye disposiciones destinadas a evitar el uso de componentes de baterías o tierras raras originarias de China.
Además, esta propuesta de ley fija varias condiciones para poder acceder a los apoyos. Una de ellas es que el precio de venta del vehículo no podrá superar los 55,000 dólares en el caso de automóviles, y de los 80,000 dólares si se compra una van o una pickup.
Esta política propone que, a partir de 2023, los vehículos eléctricos que tengan componentes chinos no podrán optar a ninguna subvención aun cuando se hayan producido en Estados Unidos.
Tras el anuncio de esta norma, las acciones de fabricantes de automóviles estadounidenses se hayan disparado, tal es el caso de Tesla, Rivian y Ford.