La recién llegada a la familia Chevrolet Cheyenne ha resultado ser una verdadera sorpresa en cuanto a manejo y capacidades off-road. Esto es solo un poco de lo que puede hacer la nueva Cheyenne ZR2.
¿Qué pasa?
Con la presentación de las nuevas Chevrolet Silverado y Cheyenne 2022, la marca también revelo a la nueva ZR2, una pick-up que sirve prácticamente para todo, pues acompañada de un alto nivel de confort, calidad de ensamble, tecnología, desempeño y cualidades dinámicas, hemos podido constatar durante una sustanciosa prueba de manejo que está lista para realizar cualquier tarea, o enfrentar cualquier obstáculo en el camino.
No hay queja sobre su calidad de marcha, algunos kilómetros por autopista y carretera hacia Aculco, Edo. de México fueron suficientes para saber que Cheyenne ZR2 cuenta con lo mejor de dos mundos. Por un lado, un elevado nivel de confort que “toma prestado” de la versión High Country conformado no solo por asientos, tapicerías y espacios sobresalientes en el habitáculo, sino una excelente puesta a punto de la suspensión Multimatic de alto desempeño combinada con otro dúo infalible: resorte + muelle de carga; de hecho, Chevrolet nos confirmó que para esta versión, se puso especial atención tanto al chasis como al bastidor, ambos pensados en obtener el mejor desempeño off-road.
Chevrolet Cheyenne ZR2: Poder supremo
Al término de un camino federal, nos recibió una brecha que sería la puerta a los retos y la diversión: subidas, pendientes, rocas, zanjas y hasta el paso por un pequeño lago serían las pruebas para nosotros y un festín para la Cheyenne ZR2; digo “festín” porque sencillamente hasta parece disfrutar de los retos. No es para menos, pues desde su diseño, Chevrolet se encargó de prepararla con un amplio abanico de componentes funcionales como defensas de acero, llantas de 33”, skid plate inferior o un considerable despeje al suelo de casi 30 cm; hasta los más evolucionados sistemas de gestión electrónica para el sistema de tracción 4x4 que incluyen diferenciales de deslizamiento delanteros y traseros electrónicos, asistente de descenso de pendiente, funciones como el One Pedal Rock Climbig que facilita los asensos por pendientes complicadas, frenando automáticamente la unidad al momento de dejar de acelerar.
Cheyenne ZR2 no escatima en utilizar potencia o torque según requiera la situación, sorprende ver y sentir al volante el trabajo de la tecnología aplicada para encarar el trabajo rudo o la aventura. Si bien emplea el mismo motor V8 de 6.2 litros de la versión High Country, la manera en que la electrónica administra los 425 Hp o los 460 Lb-pie de torque, según se requiera, nos permite disfrutar de una conducción mucho más relajada dirigiendo el volante hacia donde nuestros amigos spotter, los expertos de Bosco´s Camp, nos guiaran, incluso a los menos experimentados.
En este sentido, la Cheyenne ZR2 pone de manifiesto que, si bien hay en el segmento un par de “dinosaurios”, la tradición y las siglas ZR también tienen el peso suficiente para dar una dura batalla sobre cualquier tipo de terreno.
El día terminó con el descenso hacia una cascada, uno de esos lugares escondidos que hay en México, obviamente donde el terreno escarpado no es amigable casi para ningún vehículo, después, Chevrolet Cheyenne ZR2 nos trajo de vuelta a la caótica CDMX como si nada hubiera sucedido, de hecho, creo que ni se despeinó, y la única sensación que me deja es la de un lujoso poderío. Pronto la prueba a fondo en Autocosmos.
