Aunque pareciera que este Cinquecento fue creado por una cadena hotelera, la realidad es que si fue vendido directamente por Fiat.
Conocida como Jolly esta versión del Fiat 500 fue fabricada entre 1958 y 1966, y creada por Carrozzeria Ghia, específicamente para satisfacer a las personas que buscan moverse en las playas.
Esta edición especial del Fiat 500 costaba casi el doble del precio del modelo estándar y, aunque mantuvo el estilo básico, el Jolly presentaba cambios profundos.
Destaca la ausencia de las puertas, pilares, techo y cristal trasero. Esta transformación sirvió para alojar asientos de mimbre y una capota de lona con rayas azules y blancas.
Con un peso de solo 450 kilogramos, el Jolly lograba una velocidad máxima de 100 km/h y una economía de combustible de 22 km/l.
Se cree que existen menos de 100 ejemplos en la actualidad, y son muy deseables por su innegable encanto, que exudan la esencia misma del ocio.
Al igual que el Fiat 500 normal, el Jolly disponía de la misma mecánica, por lo que el motor de 479 cc registraba 13 hp.
