Para muchas personas un automóvil puede llegar a tener un alto valor estimativo, situación que hace que se conserve por años.
Ya sea que se trate de una herencia, del primer auto o algún otro tipo de vinculo, las personas atesoran los vehículos, algunas de ellas los usan y otras los dejan parados por alguna razón.
Sin embargo, lo coherente es que por más que un vehículo logre un gran vínculo emocional, se debe vender cuando es rara la vez que se mueve o lleva un periodo largo de tiempo estacionado.
Si se toma la decisión de no vender el automóvil, es por que se trata de un espécimen raro, que el vehículo está en un estado perfecto de conservación, lo que eleva por muchos miles de pesos su valor, o bien que se tiene el dinero para restaurarlo si es que su estado no es el óptimo.
Y es que, muchas personas, incluso coleccionistas de autos, mencionan que los autos están hechos para moverse y no para guardarse y dejarlos en el olvido para que el paso de los años haga de las suyas.
Si se trata de falta de dinero para restaurarlo, lo mejor es venderlo y gastar o ahorrar ese dinero a que con el tiempo sea más cara la reparación o valga menos por los deterioros sufridos.
Considerando esto, es importante no hacer caso omiso cuando alguien quiera comprar el vehículo, y meditar la situación del cómo gustaría tener el vehículo restaurado a la realidad.
A diferencia de un auto clásico en estado perfecto, el tener el auto estacionado sin usar no es ninguna inversión, es perder dinero, debido a que hay que renovar a la carrocería, interior, motor y cobros de impuestos como todo vehículo.
