Ante la falta de inventario en los distribuidores, los autos usados han visto un incremento en su valor. De esta manera, es un mal momento para comprar un auto usado, pero un buen momento para vender uno.
Debido a la escasez de chips, la producción de vehículos ha visto una disminución lo que ha provocado que las listas de espera para poseer un automóvil nuevo sean largas.
Esta situación ha provocado a quien le urge comprar un automóvil recurra al mercado de los seminuevos, pero como siempre ocurre, al ser más la demanda que la oferta, los precios han subido en los últimos meses.
Por ejemplo, en Estados Unidos, el índice de precios al consumidor de automóviles y camiones usados aumentó drásticamente en el último año.
Según los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales, entre enero de 2021 y enero de 2022, el precio promedio de los automóviles y camiones usados subió un 40.5 por ciento.
De igual manera, el número de transacciones de autos usados también creció, con aproximadamente 330,000 transacciones de vehículos.
Además de provocar una gran demanda por los autos usados, la escasez de chips también ha elevado los precios de los vehículos nuevos. En promedio, un vehículo nuevo ronda los 46,000 dólares.
Asimismo, el precio de los vehículos nuevos en enero de 2022 ha subido un 12.2 por ciento desde el mismo período de 2021, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos. De hecho, los precios de los autos usados han aumentado más rápido que la tasa de inflación que es de un 7.5 por ciento.
A la vez, los precios de la gasolina están en 3.49 dólares por galón, casi un dólar más que el promedio de 2021, que era de 2.50 dólares. El índice de precios al consumidor muestra que la gasolina ha subido un 40%.