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E-Prix de la Ciudad de México 2022, la Fórmula E conquista tierra azteca

La Fórmula E se consolida como un gran espectáculo y los fanáticos estuvieron a la altura de las circunstancias

E-Prix de la Ciudad de México 2022, la Fórmula E conquista tierra azteca

Todavía me acuerdo la primera vez que vi una carrera de Fórmula E, fue también en el Autódromo de los Hermanos Rodríguez, era un serial prácticamente nuevo, desconocido para la mayoría y por lo tanto, tristemente las gradas quedaron prácticamente vacías aun cuando regalaban las entradas.

El formato era distinto, las baterías duraban tan poco que los pilotos tenían que entrar a pits a la mitad de la carrera para cambiar de auto y poder completarla. Los autos lucían genéricos, como cualquier auto tipo fórmula, desde algunos ángulos como un F1, desde otros como un Indy y de otros como un prototipo.

Le faltaba algo a la Fórmula E, en parte era el ruido de los motores, pero lo principal, no era un espectáculo al nivel de otras grandes categorías como WRC, WEC o Fórmula 1, en una palabra, era aburrida. Aunque posteriormente tuve oportunidades para volver a asistir a una carrera, no lo hice, simplemente no llamaba mi atención.

Hoy seis años después, agradezco la invitación a los amigos de Porsche México y me da gusto haberme dado la oportunidad de volver a asistir una carrera de Fórmula E, ahora las cosas son muy distintas, los autos tienen una identidad propia y lucen increíbles, futuristas, y parecieran haber salido de un videojuego como F Zero o Wipeout,

A la categoría han llegado marcas y pilotos de gran prestigio, aunque se fueron BMW y Audi, participan Porsche, Mercedes-Benz, Nissan, Jaguar y otras no tan conocidas por estos lares como Mahindra (Importante fabricante de la India) o DS Automoviles (filial de lujo de Citroën).

Ya no es necesario cambiar de auto porque estos de segunda generación tienen el doble de capacidad de batería, los montajes y suites son de primer nivel, mientras que, la asistencia y el ambiente, por lo menos en la Ciudad de México me parecieron inmejorables.

Pero lo más importante es que la Fórmula E se volvió emocionante, es un gran espectáculo, como quedó demostrado el pasado 12 de febrero. Porsche arrancó en la pole y terminó haciendo el 1-2, se le da el Hermanos Rodríguez a los alemanes, basta recordar que triunfaron en las dos ediciones de las 6 horas de México, en 2017 hicieron el 1-2 también.

Pero aquí la estrategia principal está en administrar la energía, si vas a full todo el tiempo, no te va a quedar carga suficiente para hacer un cierre contundente.

Durante la carrera de 45 minutos más una vuelta final, hubo al menos un par de cambios de liderato, y más rebases de los que verías en 5 fechas juntas de la Fórmula 1, mucha adrenalina y competitividad sin importar si se disputaban las primeras tres posiciones o la décima.

Adicionalmente, la Fórmula E ha creado algunos conceptos súper interesantes como el FanBoost, en donde literalmente los aficionados votan por su piloto favorito y los 5 más votados, reciben mayor potencia por 5 segundos utilizables en la segunda mitad de la carrera, con lo cual está en mejor posición para rebasar. Durante las 3 primeras fechas, el más popular es Antonio Giovinazzi, que hasta hace unos meses pilotaba para Alfa Romeo en la F1, al final es un concurso de popularidad y venir del gran circo le ha valido al italiano en el FanBoost.

Pero también existe otro método de ganar potencia (40 hp) denominado Atack Mode, este queda completamente en control del piloto, que para activarlo, tiene que pasar por las zonas de carga definidas en la pista, claro que estas zonas están colocadas en posiciones donde la trayectoria no es la idea, entonces cuando piloto decide pasar por ahí, forzosamente irá más lento. Imagina como cuando en Mario Kart pasas por encima de las flechitas.

Es cierto que la Fórmula E está lejos de tener el glamour de la Fórmula 1, nunca va a estar cerca siquiera, pero no es necesario, hoy, esta categoría de autos eléctricos ha logrado conformar un buen espectáculo, con gran nivel de asistencia y una experiencia en lo general agradable, sin tanta pose y sobre todo entretenida. De eso se trata

¡Nos vemos el próximo año!

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