La ley de Murphy se rige bajo la máxima de que “si algo malo puede ocurrir, ocurrirá”. Y esto pareciera ser la filosofía que mejor describe a la industria automotriz en 2021. Y es que, después de superar un terrorífico 2020, todos esperábamos que la este sector iniciará una recuperación acelerada. Después de todo, con la vacuna contra COVID-19 y el nombramiento como actividad esencial, había esperanza de así fuera. No por nada, durante le primer semestre el optimismo persistía, pero tal y como dicta la ley enunciada por Edward A. Murphy Jr., cuando parecía que nada podía empeorar, llegó la crisis de chips y con ello, todas las esperanzas de la industria se desvanecieron. A ello, hay que sumarle escases de materia prima como acero y litio, sin olvidarse de la inflación mundial que tiene vuelto locos a literalmente todo el mundo.
¿Qué podemos esperar de 2022? ¿mejorará el panorama o acaso, tal y como la ley de Murphy dictamina las cosas se pondrán peor? La realidad es que ni siquiera entre los expertos de la industria nacional e internacional hay un consenso claro. Después de todo, nadie tiene una bola de cristal mágica para prevenir el futuro, pero a grandes rasgos estos serían los principales puntos a tratar por el sector automotor en su agenda para 2022:
- Chips, chip y más chips. La crisis de semiconductores, parece que comenzará a equilibrarse a lo largo del año, pero muchos coinciden que no será hasta 2023 cuando realmente comience a superarse de forma clara. Por el momento, incluso se debate si es factible abrir más factorías de microprocesadores alrededor del mundo, ya que la inversión es alta y el precio de venta no es el mejor, por lo que el retorno de capital no es el óptimo.
- Eléctricos en el T-MEC. Joe Biden a través de una acción proteccionista busca incentivar la compra de autos eléctricos que sean producidos en Estados Unidos, relegando a aquellos provenientes del resto del mundo y eso incluye a aquellos hechos en Canadá y México. Obviamente, el descontento de ambas naciones no se ha hecho esperar, ya que se interpreta como una falta ante el T-MEC ¿Qué pasará con el Mach-E producido en Cuautitlán? ¿Qué pasará con el litio? De algún lado tiene que salir, y sí, no por nada, las minas mexicanas son tema de negociación. No por nada, ya sea desde el sector privado o de gobierno, se busca su explotación.
- Litio de la discordia. Directamente derivado de lo anterior, la escasez de litio también es una realidad. De hecho, México, entra directamente en este apartado ya que su explotación es de los temas centrales a debatir en la llamada nueva reforma energética. Recordemos que el Litio es la materia prima esencial para la construcción de baterías y, por ende, es altamente necesario en la producción de autos eléctricos.
- Autos más caros y a cuentagotas. Los escases de chips, de litio, de materia prima, la inflación global, la escasez de productos entre otros muchos factores, no han hecho otra cosa que elevar el costo de un auto y no hay visos de que esta escalada de precios global pare pronto. Ojo, este no es un fenómeno exclusivo de México, sino que está presente en todo el mundo. Ahora, por si el precio no fuera el único problema, el desabasto de autos todavía continuará. Ten paciencia ya que el auto de tus sueños, todavía tardará en llegar. Básicamente todo se resume en ya no buscar el volumen, sino en que lo poco que se comercialice, se venda a buen precio. Al final, todo se resume en oferta, disponibilidad y demanda.
- Jugadores tecnológicos. En este año veremos llegar nuevos competidores. Pero lo curioso, es que no se trata de empresas con un perfil automotriz tradicional, sino en realidad, tienen un perfil tecnológico. Un buen ejemplo es que Apple, Sony, Huawei y Xiaomi, entre otras, tienen ya no un pie, sino medio cuerpo (y más) dentro de la industria automotriz. Pero también empresas de movilidad compartida como Uber o Didi, cada vez serán más protagonistas. Tal vez, en 2022, nos toque atestiguar más que nunca, cuál será el futuro de la industria automotriz ¿viste el anime X-Driver? Creo que nos da una idea clara de para donde nos dirigimos. Y sí, esto va íntimamente ligado, con todos los temas tocados con anterioridad.
- Nuevas tecnologías. Obviamente, con empresas tecnológicas involucradas, de seguro este año tendremos novedades en materia de seguridad, conectividad y manejo autónomo, así como el perfeccionamiento de los autos eléctricos, que serán más eficientes, potentes y con mayor autonomía. En el caso particular de México, cobrará especial relevancia el arribo de la tecnología Nissan e-power, que literalmente nos ofrecerá la oportunidad de conducir un eléctrico sin cables. Tecnología, que, a mi parecer, se adapta mejor a la situación de Latinoamérica. Mientras que, a nivel internacional, se sigue apostando por el hidrógeno, que se decía, era un esfuerzo inútil, pero que, al contrario, cada día suma más interesados en explorar sus beneficios.