Hoy KIA y Hyundai son marcas muy distintas a las que eran hace 15 años atrás. Carentes de personalidad, identidad y performance en todos sus ámbitos, pero con potencial para ser algo más que convenientes vehículos de transporte.
Hay un antes y un después tras la llegada de Peter Schreyer, el exdiseñador del Grupo Volkswagen, a quien se le dio prácticamente carta blanca para transformar a KIA. La confianza que se le dio al creador del Audi TT fue tal, que gracias a Schreyer, KIA ganó la la famosa parrilla Tiger Nose que hoy es la identidad de todos los modelos de la marca. Junto con la parrilla, Schreyer transformó el lenguaje visual para que también los diseños fuesen mucho más vistosos, modernos y coherentes, pasando a ser rápidamente uno de los pilares por los cuales la marca ha destacado en todos estos años.
Este proyecto le ha valido ser uno de los diseñadores automotrices más influyentes del último tiempo, ganador de muchos reconocimientos y también de mayores responsabilidades, puesto que el Grupo Hyundai lo promovió hacia lo más alto de la organización, siendo Presidente General de Diseño para todas las marcas del grupo, supervisando las operaciones de todas las oficinas de diseño.
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Algo muy similar le pasó a Albert Biermann, quien llegó el 2015 a atender la otra carencia de los surcoreanos: el performance. Biermann, como ya hemos comentado otras veces, fue el vicepresidente de ingeniería de BMW M, un hombre a quien se le debe muchísimo en el desarrollo de los deportivos alemanes y al que de seguro le hacía falta algún desafío extra. El talento de Biermann dio vuelta la calidad de manejo de todos los modelos del grupo, pero esto comenzó a raíz de sus proyectos más importantes como fue darle forma a la división N de Hyundai, al KIA Stinger y entre sus últimas labores, la plataforma E-GMP para autos eléctricos del grupo.
Tal como le pasó a Schreyer, su impacto fue tal, que fue promovido a la presidencia de desarrollo e investigación del grupo, uno de los cargos más relevantes a la hora de dar forma un producto automotriz.
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¿Y por qué se van si eran tan buenos?
El foco de Hyundai y KIA está girando rápidamente hacia el mundo de los servicios de movilidad y electrificación, por lo que los surcoreanos quieren reflejar este vuelco con rostros frescos, que hayan estado cercanos a estos líderes.
En el caso de Biermann, será reemplazado en su puesto por Chung Kook Park. En el caso de Schreyer, noticia que aún no ha sido confirmada por la marca pero si dada como cierta por muchos medios, será reemplazado por SangYup Lee.
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Biermann, de 65 años, tuvo palabras para los coreanos en su despedida: "Ha sido un tremendo placer y honor trabajar en el Grupo Hyundai y dirigir la división de ingeniería para transformar el centro de investigación y desarrollo de la marca en un departamento líder en toda la industria automotriz. Ahora, nuestros autos se destacan de la competencia en muchos aspectos y representan nuestro fuerte compromiso y expertiz en ingeniería. Corea seguirá siendo mi segunda casa y todos mis colegas del Grupo Hyundai siempre serán considerados como parte de mi familia. Quiero reconocer que nuestro éxito siempre ha estado basado en el fuerte espíritu colectivo de toda la gente talentosa que hay en Hyundai y siempre valoraré todos los logros que alcanzamos juntos, no importa donde viva."
Ambos saldrán de la compañía por la puerta grande y mantendrán roles de asesoría y mentoría externa en sus respectivos departamentos. Las despedidas son siempre tristes, pero el legado de ambos quedará por siempre en los libros de la compañía.