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Suzuki Swift con o sin turbo ¿cuál te conviene más?

De seguro, es una pregunta que te has hecho más de una vez.

Suzuki Swift con o sin turbo ¿cuál te conviene más?

En 1996, la desarrolladora de videojuegos japonesa Game Freak presenta los Pokémon Red Version & Pokémon Blue Version, las dos primeras entregas de una franquicia que hoy se ha expandido a niveles que tal vez los creadores nunca se imaginaron.

En esencia, la trama de los juegos es prácticamente la misma, sin embargo, la diferencia residía en que cada título contaba con pocket monsters exclusivos, mismos que podrían intercambiarse y así completar la colección de 150 criaturas. Es así, que estos títulos, lejos de canibalizarse entre sí terminaban complementándose. Si terminabas el Pokemon Azul de inmediato, deseabas continuar con el Rojo, y así, de forma inversa.

Suzuki Swift, Red and Blue Version

Una historia, más o menos similar, se lleva a cabo en las lejanas oficinas de Autocosmos, en donde, Jorge Blancarte, coordinador editorial de esta honorable institución (es como nuestro profesor Oak) me informa que hay un par de ejemplares en el estacionamiento, que no sólo serán objeto de un concienzudo análisis, sino también está seguro que serán de mi total agrado.

Y sí, en efecto, no estaba equivocado, ya que se trataba de un par de Suzuki Swift, unos pequeños hatchbacks japoneses de bolsillo; uno rojo y otro azul, que, en apariencia, más allá del color, eran idénticos, pero cada uno, en realidad, cuenta con especificaciones mecánicas únicas, que tal como en el videojuego arriba citado, hacen que resulten en un binomio casi perfecto.

Elige, uno es GLX y otro es Boosterjet, pero ¿puedes adivinar cuál es cuál? Ni siquiera, yo, uno de los más geeks, del equipo logro brindar una respuesta a primera instancia. Recuerdo que en la parte trasera debe estar el anagrama Boosterjet y proceso a buscarlo. Mi sorpresa, es que ya no está disponible. Los rines de aluminio pulido de 16 pulgadas, faros de lupa, así como luces diurnas o calaveras LED o las luces direccionales en los retrovisores, elementos que en otros autos marcan diferencia, aquí no lo hacen.

Acceso al interior, y a primera vista todo luce idéntico: ambos son automáticos, los acabados y materiales son los mismos (con un bonito inserto en color blanco en el tablero y puertas), la pantalla touch 7” con Bluetooth y navegador está ahí, así como el botón Keyless Push Start, el aire acondicionado automático, o el volante de tres brazos forrado en piel con controles de audio y controles de velocidad crucero.

Pero, es justo este elemento el que me brinda la respuesta, ya que justo detrás, resaltan unas paletas de cambio. Además, un botón que sirve para desconectar el ESP, es mi segunda pista. Sin duda, estoy sentado en el Boosterjet, pero por si las moscas, proceso a abrir el cofre, donde una tapa plástica con el nombre de esta familia de motores, termina por confirmar mi respuesta.

Pero ¿qué significa esto? Bueno, en esencia la respuesta es simple y es que esto quiere decir que el GLX es impulsado por un motor atmosférico de cuatro cilindros 1.2 Litros acoplado a una transmisión CVT, mientas que Boosterjet, tal y como su nombre precisa, recurre a un propulsor de tres cilindros turbo e inyección directa que hace equipo con una caja automática de seis velocidades.

Como se mencionó con anterioridad, por fuera son idénticos, en su corazón son como el agua y el aceite. Y precisamente, es aquí donde surge las dudas, sobre cual versión es mejor ¿atmosférico o turbo?; ¿cuál consumo menos? ¿hay mucha diferencia? Veámoslo a continuación.

¿Con o sin turbo?

Comencemos con el GLX (rojo), que, siguiendo con la analogía del mundo de los monstruos de bolsillo, sería algo así como un Charmander, el primer grado evolutivo.

Como es de esperar los 82 Hp y 83 lb-pie de torque, no son precisamente sorprendentes, pero gracias a un peso al vacío muy contenido de 925 kilogramos (un verdadero peso pluma) tenemos un desempeño dinámico que dista de ser torpe, pero tampoco asusta.

Me explico, en situaciones urbanas, es más que suficiente para moverse con soltura en el tráfico. Puedes cambiar de carril y acceder a vías de mediana velocidad sin ningún problema. La suspensión (McPherson adelante y barra de torsión atrás), así como dirección tienen una puesta a punto firme, algo que se agradece y que brinda seguridad al volante.

En cuanto a consumo, en un tramo donde recorrimos 115.5 kilómetros de tramos urbanos con autopistas, fueron necesarios 6.5 litros, lo cuál al hacer la conversión nos arroja una cifra de 17.7 kilómetros por litro. Un poco alejado de los 22.6 km/l que anuncia Suzuki, pero aún así, estamos ante una cifra realmente buena. De hecho, se cuela fácilmente entre los mejores consumos que tenemos registrados en nuestro histórico.

Ahora, pasemos la siguiente evolución, el Boosterjet, nuestro Charmeleon, que mantiene los buenos modales urbanos del Swift, ya que no presenta cambios significativos en la puesta a punto, pero a cambio ofrece un mayor desempeño dinámico, gracias al excelente actual del Boosterjet.

De nuevo, los 110 Hp y 118 lb-pie de par, no parecen intimidar a nadie, pero sorpresa, el peso en vacío es de apenas 945 kg. No es un hot hatch, pero la agilidad que brinda tiene tintes velocistas. Sólo para que te des una idea, el nivel de aceleración está el mismo nivel que el Swift Sport de generación anterior.

De nuevo, la suspensión y dirección tienen un marcado sabor deportivo, algo que se adereza con las paletas detrás al volante. Las zonas de curvas, son el patio de juegos de este pequeño y, por si fuera poco, frena de maravilla gracias a los frenos de disco en las cuatro ruedas.

Contrario a cualquier razonamiento lógico, que dictaría que, al ser mucho más rápido, tendría que consumir más combustible, aquí estamos anta la excepción de la regla, ya que, en nuestro trazado, el consumo mixto fue de unos sorprendentes 20.53 km/l y en esta ocasión, sí ser acercó a los 22.0 km/l anunciados por Suzuki.

Al igual que tú, en Autocosmos quedamos sorprendidos por la situación, pero tras hacer un análisis llegamos a una conclusión simple. El Boosterjet se esfuerza mucho menos para ganar y mantener velocidad crucero. De hecho, sin que te des cuenta, puedes rodar por arriba de los límites legales sin sentir esfuerzo alguno. Además, la tecnología usada en el motor es más avanzada (y compleja) ¡Demonios! No es un nombre muy sonado, pero a título personal creo que es de los mejores propulsores a combustión en la actualidad.

Ojo, no te confundas, esto no quiere decir que el motor atmosférico del GLX sea malo, sino todo lo contrario ya que cumple cabalmente su oficio para traslados urbanos. Sólo que, por el turbo, el Boosterjet se adecúa mejor a la altura de lugares como la Ciudad de México.

Ya tenemos, a Charmander y Charmeleon ¿Y Charizard? Bueno, ese lugar le correspondería al poderoso Swift Sport, pero eso lo dejaremos para otra ocasión. Pero mientras eso sucede nos gustaría saber cuál Swift prefieres el moderado GLX ($299,990) o el animoso Boosterjet ($312,990). Esperamos tus comentarios.

Suzuki Swift con o sin turbo ¿cuál te conviene más?

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