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Renault Mégane, el sucesor del R19, celebra 25 años de existencia

La familia Megane sustituyó, en su día, al noble y fiable Renault 19.

Renault Mégane, el sucesor del R19, celebra 25 años de existencia

2020 es un año emblemático para Renault, especialmente, para el Mégane, debido a que se cumplen un cuarto de siglo se aparición en el mercado.

Fue en 1995 cuando la marca francesa decidió que el Renault 19 tuviera un sustituto que pudiera ser el reemplazo perfecto de este exitoso modelo.

Además de ser un modelo debutante, la gran novedad del Megane fue la amplia gama de carrocerías que contemplaba seis carrocerías diferentes, cada una con su personalidad propia, pero con un alma común.

Pero antes de llegar a su concepción, Renault tuvo que aprender a diseñar y fabricar de una forma más barata los elementos que conforman la base de un vehículo.

Para ello, Renault se acercó a Volvo. Así pues, se mandó una misión de observación a la fábrica holandesa que el constructor sueco compartía con Mitsubishi. En realidad, lo esencial estaba en Japón.

Con el objetivo de comprender como el costo de producción era 30 por ciento más barato, Renault alquiló un Mitsubishi Colt, el equivalente al Renault 19. Si la competitividad no procedía de su concepción, había que buscarla en las compras y la producción con, además, un yen infravalorado.

En este contexto de fuerte competencia se impuso la idea de crear una auténtica familia Mégane, incluido un monovolumen inédito en este segmento: “Pasar del diseño del coche para todos al del coche para cada uno.”

Ahora bien, había que conseguirlo con un presupuesto limitado. Se decidió entonces poner el dinero en aquello que el cliente viese. Basado en la plataforma del R19, el Mégane heredaría íntegramente su bloque delantero, además de los motores diésel y gasolina.

En cuanto al diseño, cada carrocería del Megane tenía su propio diseñador. Ahora bien, para que los seis modelos tuvieran un aire de vehículo familiar, se optó por la temática gráfica de la elipse que aportaría una unidad contundente al flanco de los seis modelos, cada uno de ellos con proporciones muy diferentes.

En el momento de su lanzamiento, las versiones sedán y coupé fueron criticadas por estar en duda la estabilidad en situaciones de frenado-curva.

En respuesta a esta minicrisis mediática, se generalizó el tren trasero de cuatro barras. Hasta entonces, estaba reservado a las motorizaciones más potentes de la gama.

Y si el coupé fue la punta de lanza, el verdadero catalizador de las ventas de la familia llegaría en 1996 con el monovolumen. Gustó tanto que la cadencia de producción de 600 al día se cuadruplicó hasta llegar a más de 2,000 unidades.

Después de 25 años, el Renault Megane se encuentra en cuarta generación acumulando ventas gracias a su versatilidad como vehículo familiar, su llamativo diseño y las distintas versiones de carrocería.

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