Franck Muller y Rolls-Royce Motor Cars Geneva han unido sus fuerzas para dar el primer paso hacia una aventura que nos regalará con el dulce sabor de elegancia y distinción que los caracteriza. El resultado es un reloj especial que integra los códigos más representativos de la maison del apacible Genthod y de Rolls-Royce, la casa del regio y elegante Goodwood, por medio de su distribuidor oficial en Ginebra.
El último y más potente Gran Turismo (GT) de Rolls-Royce, el Wraith Black Badge, fue el modelo elegido para este proyecto. La individualidad y personalidad de ambas casas quedarán plasmadas en la edición Bespoke Black Badge, inspirada en el genial y divertido “Crazy Hours” de Franck Muller.
“Bespoke” es el programa del fabricante de coches que permite a los clientes hacer su coche tan único como su imaginación. Rolls-Royce Motor Cars Geneva tiene amplia experiencia en la facilitación de proyectos de personalización de sus ya de por sí superexclusivos automóviles. De esta forma, la colección Crazy Hours del relojero dejará su huella en el Wraith.
El auto se presentará en un notable acabado exterior de terciopelo brillante, con un motivo Twin-Coachline en plata/azul cobalto que apunta hacia el tema de los “números”. El interior presenta una perfecta armonía con el color principal Azul Cobalto y hace referencia al tema con un tablero único y números bordados en la consola trasera. Lo más destacado del interior es el Starlight Headliner, que representa la carátula del Crazy Hours. El “Wraith Crazy Numbers” se presentará en el 4º trimestre de 2020.
Obviamente, Crazy Hours también gozará de una variante muy especial que conmemora el acuerdo. Como bien saben nuestros lectores, el Crazy Hours muestra los numerales horarios en un desorden aparente que es enfatizado por los vuelos irregulares e instantáneos de la manecilla horaria cada 60 minutos.
Los relojes Crazy Black Badge reflejarán los códigos de color —dominados por el negro y el azul— y algunos de los más significativos detalles del Rolls-Royce Wraith. El movimiento mecánico de cuerda automática con esta complicación única ofrece 42 horas de reserva de marcha y es protegida por la clásica caja CIntrée Curvex que distingue la horología de Franck Muller.