Hoy, Acapulco, no tiene la mejor fama del mundo. Pero durante décadas, fue el destino turístico nacional e internacional por excelencia. Todo mundo quería disfrutar de las maravillas del afrodisiaco destino.
No sólo Tin Tan, Chespirito y Cantinflas se sentían atraídos por este maravilloso lugar, ya que incluso Frank Sinatra, Elizabeth Taylor y John Wayne, hicieron de Acapulco su destino predilecto. Bueno, hasta Elvis Presly filmó una película titulada “Fun in Acapulco” (1963) aunque en realidad, ni siquiera se filmó en México.
Uno de los periodos de mayor esplendor para el puerto guerrerense fue en la década de los setenta. Todo mundo quería visitarlo y hospedarse en el Hotel Las Brisas, uno de los más lujosos y exclusivos de Acapulco.
En aquel entonces uno de los vehículos playeros más populares tanto en Estados Unidos como México era precisamente el Safari (Thing, para nuestros vecinos del norte), que, gracias a su carrocería convertible y cuatro plazas, fue usado para transportar a los vacacionistas.
Su popularidad era tal, que Volkswagen de México llegó a un acuerdo con el Hotel Las Brisas para desarrollar una versión exclusiva, la cual llevaría por nombre Safari Acapulco, misma que contaba con algunas modificaciones muy peculiares y llamativas.
La versión se distinguía por su pintura de doble tono con un techo de lona montado sobre una estructura tubular a rayas con fondo blanco. El techo rígido de fibra de vidrio era opcional. Contaba con cinco colores distintos y se denominaban: azul acapulco, blanco crema, amarillo cítrico, rojo salmón y beige sepia.
De ahí en más, contaba con las mismas características de un Safari normal, como las puertas y parabrisas removibles, así como el motor bóxer enfriado por aire de 1600 cc, tracción trasera y caja manual de cuatro velocidades
Si eres un gran fanático del Safari Acapulco, esta es tu oportunidad de comprar una unidad en estado envidiable ya que el portal de subastas estadounidense Bing a Trailer, pone en venta una unidad, la cual ya ha recibido propuestas económicas muy interesantes, en torno a los 6,900 dólares (más de 165 mil pesos mexicanos) al momento de redactar este artículo, cifra que seguramente se incrementará en los próximos días.
El odómetro indica que recorrió 40,506 kilómetros, lo cual es evidencia de su pasado como medio de transporte de vacacionistas. Aún, así es una cifra muy decente. De sólo ver este Safari Acapulco, me dieron ganas de visitar el puerto, claro, cuando la crisis sanitaria pase, y que mejor que a bordo este singular vehículo que se fabricó en la planta de Volkswagen Puebla.