Aston Martin fue de las primeras marcas de auto de lujo en pensar como llevar su estilo deportivo y su esencia a un modelo utilitario, que además le permitiera una entrada extra de buen dinero. Este arribo se pensaba hacer bajo el nombre de Lagonda, pero en el camino fueron apareciendo varios rivales y todos ellos, con su propia receta. Maserati lo hizo con el Levante, Lamborghini con el Urus e incluso, marcas como Bentley o Rolls Royce, se animaron con modelos como el Bentayga y el Cullinan.
Afortunadamente, Aston Martin es una marca que, tras años y años de perdida, ha empezado un nuevo siglo de vida, con números azules y un nuevo partner tecnológico: Mercedes-Benz. Gracias a los recursos de Stuttgart, los ingleses tienen acceso a nuevos motores y nuevos sistemas electrónicos, que le permitirán poder hacerle frente con renovado vigor a todos sus rivales existentes. Aparte claramente, de cumplir el sueño del SUV en cuestión.
Finalmente llegó el momento de destapar, tras meses con teasers y videos y arduas pruebas de desarrollo, al completamente nuevo DBX. La promesa de Aston Martin es un poco la misma que hacen todas las marcas de lujo, que es llevar la experiencia del auto deportivo, a un modelo más práctico.
Fabricado en la nueva planta de Aston Martin, ubicada en St. Athan, Gales, el DBX utiliza una nueva plataforma, exclusiva para su propósito, algo que también les ha permitido a los ingleses salir de lo convencional. Esta plataforma de aluminio, pesa 2,245 kilos. No es lo más ligero para un Aston Martin, pero si lo es para una gran SUV, a la que no le faltará potencia para moverse. Mucho énfasis se ha puesto en la rigidez, para que aguante la torsión de un manejo exigente, tanto dentro como fuera de las carreteras.
Para poner toda la tracción al piso, Aston Martin ha dotado al DBX con suspensión neumática de triple cámara y un sistema de 48 volts, que le permite incorporar barras estabilizadoras de ajuste eléctrico y amortiguación adaptativa, que le permite elevarse 45 mm o bajar 50 mm según se requiera.
El DBX será impulsado por el mismo motor que lleva el DB11 y el Vantage, una unidad Mercedes-AMG V8 Twin Turbo de cuatro litros, que eroga 550 Hp y 516 libras-pie de torque. Alcanza los 100 km/h en 4.5 segundos y una velocidad punta de 290 km/h.
Este motor hace su labor en conjunto con una caja automática de nueve velocidades, con convertidor de par y un sistema de tracción AWD con un diferencial activo central y un diferencial trasero electrónico y de deslizamiento limitado.
Su espacioso interior para cinco ocupantes, también tiene volumen suficiente en la cajuela, considerando 632 litros. Además, sabiendo que el estilo de vida de los usuarios de Aston Martin es muy demandante, han incorporado algunos paquetes especiales, según sus pasatiempos. Por ejemplo, si te gustan las mascotas, el Pet Package agregará incluso una regadera portable para duchar a tus perros.
El habitáculo del DBX ha tenido principal cuidado en la ergonomía y confort. Descansabrazos individuales, asientos forrados en piel, techo panorámico, puertas sin marco, cielo tapizado en Alcántara y acentos de metal, cristal y madera legítima. Todo obviamente personalizable, incluyendo materiales nuevos, derivados de la fibra de carbono, lana o nuevas aplicaciones.
Dos grandes pantallas de 10.25" y de 12.3" se encargan de dar toda la información posible a sus ocupantes. La primera, es para el sistema multimedia, mientras que la segunda, es para el cuadro de instrumentos.
No hemos hablado del exterior, y es que Aston Martin ha hecho uso de sus trucos aerodinámicos, lo que significa que mantiene un diseño sensual y minimalista, pero que oculta algunos interesantes atributos. Por ejemplo, los faros tienen ductos de ventilación que ayudan a disminuir el coeficiente de arrastre, aparte de ayudar a ventilar los frenos. Las puertas abren más de lo normal para evitar que trajes y vestidos se ensucien.
Los primeros 500 afortunados podrán gozar de un paquete especial de lanzamiento, llamado "1913" que incluye algunas insignias especiales, un libro especial. una invitación a una fiesta de lanzamiento y la garantía de que el auto fue personalmente inspeccionado por el mismísimo Andy Palmer, CEO de la compañía.
¿Llegará a México? seguramente.