En la búsqueda de automóviles altamente eficientes y con un alto nivel de seguridad, los fabricantes han recurrido al uso de materiales ligeros que permitan alcanzar un alto nivel de ligereza y de paso mayor resistencia.
A diferencia de antes donde existía la fórmula “cuanto más pesado, más fuerte” en la creación de materiales, en la actualidad sucede todo lo contrario. Gracias a las innovaciones, en la actualidad, existen materias primas que son más sumamente ligeras y resistentes. Un ejemplo de ello es el aluminio que además ser mucho más ligero que acero tiene un nivel de resistencia mucho mayor cuando se le compara con el acero.
Ante esta necesidad de crear materiales ligeros y resistentes, la industria automotriz ha desarrollado una serie de materiales sumamente efectivos para elevar la seguridad, la eficiencia y el desempeño. De paso, estos novedosos materiales se están fusionando para combinar sus propiedades y sacar un mejor provecho.
Dentro de la lista de materiales que se han hecho comunes en la composición de un automóviles está el acero de alta resistencia, el aluminio y la fibra de carbono. A veces se usan por separado y en otras ocasiones se combinan para alcanzar su más altas propiedades.
Acero de alta resistencia (tercera generación)
Actualmente, el acero de tercera generación proporcionaron una resistencia sólida, al tiempo que son un 30 por ciento más fáciles de moldear en las formas deseadas, asegurando una alta firmeza y facilidad de conformado al mismo tiempo.
Aluminio
Para reducir el peso de los vehículos, los fabricantes de automóviles están empleando el aluminio por sí solo o bien combinándolo con el acero de alta resistencia, para no elevar los costos. Dentro de sus propiedades es la mayor ligereza y resistencia versus el acero.
Plástico reforzado con fibra de carbono -CFRP-
Es un material que pesa solo una cuarta parte del acero, mientras que es cinco veces más fuerte. Igualmente, este nuevo material pesa solo la mitad de acero y dos tercios frente al aluminio.