No es que la marca haya dicho públicamente que el nuevo conceptual IMq que se presenta en el Salón de Ginebra 2019 sea el sustituto de la actual generación de la Qashqai (conocido en Estados Unidos como Rogue Sport), pero hay cosas que nos hacen pensar así.
Por ejemplo, la “q” en el nombre, aunque si fuera sólo por eso sería hilar muy fino. También está el formato de SUV, el tamaño y las proporciones (4.55 metros), el hecho de que la Qashqai va necesitando un reemplazo pronto, y de que se presenta en Europa, la cuna y el lugar donde más Qashqai se venden en el mundo.
Pero bueno, centrémonos en el IMq. Se trata de una SUV que exhibe por primera vez fuera de Japón el sistema híbrido e-Power, y a la par muestra una nueva dirección en el lenguaje de diseño.
El IMq toma su nombre de “Nissan Intelligent Mobility”, la denominación que la marca da a su estrategia para autos autónomos, eléctricos y conectados. Y se diferencia del IMx Concept presentado hace un tiempo en Tokio porque aquel era un eléctrico puro y éste es un híbrido.
El sistema e-Power de nueva generación incluye dos motores eléctricos, uno por eje, que en conjunto erogan 340 Hp (250kW) y 516 lb-pie de par. Ambos se abastecen de una batería de iones de litio, la que, a su vez, se alimenta de un motor térmico de 1.5 litros, cuya única función es esa, ya que no tiene la capacidad de mover las ruedas.
Digamos que es un eléctrico de rango extendido con tracción en las cuatro ruedas, lo que lo vuelve muy versátil. Sin embargo, la marca no ha entregado cifras de desempeño, incluyendo la autonomía.
En cuanto al diseño, el IMq es casi idéntico al IMx de Japón, con un estilo atrevido y más afilado. Incluye puertas de apertura suicida, cuatro asientos independientes, un interior limpio y minimalista, un clúster que es una mega pantalla de 840 mm, cámaras en lugar de espejos retrovisores y rines de 22 pulgadas.
Añade, además, el sistema “Invisible-to-Visible”, una interfaz 3D destinada a ayudar a los ocupantes a "ver lo invisible", mostrando la información del mundo virtual en el tablero, permitiendo, por ejemplo, anticipar los puntos ciegos e incluso poner un avatar en el auto por si necesita compañía.
Por supuesto que la conducción autónoma está presente a través del sistema PorPILOT.
¿Será así el nuevo Qashqai?