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Un día de enduro urbano con KTM y Husqvarna

Un día de enduro urbano con KTM y Husqvarna

Excelente inicio de año para todos de parte del equipo de Motorette y desde ya comenzamos con nuestras pruebas. Esta vez con motos fuera de lo común y que realmente aquí en la editorial no estamos acostumbrados, motocicletas Enduro, una disciplina realmente demandante de manejo que además te brinda una enseñanza de sensibilidad de manejo extraordinaria.

Como seguro lo saben KTM es propietaria de Husqvarna, y se han hecho muchas más cosas con la marca sueca que con su periodo bajo el cobijo de BMW Motorrad. Recibimos la llamada de probar estas unidades, y pensamos que era una y luego la otra, pero no, estaban las dos disponibles. Así que luego de averiguar que estas motos estaban con placas y sí podían circular en la calle nos lanzamos por ellas.

La primera impresión fue eso… impresionante, la altura intimida, pero ya estábamos ahí así que a darle. Debo señalarles que la KTM tiene una altura desde el asiento de 910 mm y la Husqvarna va hasta los 950 mm, mido 1.76 y en la “naranja” apenas tocaba el suelo con las puntas de los pies. Así que tuve que recurrir a la vieja técnica de la “maña en lugar de la fuerza” para subirme y rodar. La segunda moto la ocuparía Mariano, que es más alto que yo, por lo que no le generó tanto problema, aunque también estaba de puntas.

Las oficinas de ambas marcas están en Toluca, por lo que el regreso obviamente era por carretera y optamos por tomar la “libre”. Desde que comenzamos a rodar la agilidad de las motos sorprende, esto debido por una parte al peso, (KTM 146 kg, “Husky” 145 kg, ambas en seco) y por otro lado el chasis delgado y alto, literalmente las motos se comportaban como bicicletas, los movimientos eran totalmente naturales con el cuerpo y no te vas peleando con las inercias, en unos cuantos metros te adaptas a las motos.

La zona curveada fue al principio cautelosa al no conocer los límites de los neumáticos de tacos inmensos para dar vuela a velocidad, además que debemos confesarles que ambas motos estaban prácticamente nuevas, la Husqvarna apenas tenía 5 km en el odómetro, por lo que también estábamos en el proceso de asentamiento. El primer día enfrentando el tránsito de la ciudad fue al menos para mí, poco menos que una patada por estar ocupado en apoyar los pies al detenerme y ver el corto rango de giro que tenían ambas motos, algo extraño, así era, al menos en estas unidades de prueba.

Los días pasaron y usé todo lo posible la Husqvarna para acostumbrarme, y ¿saben?, fue muy rápido encariñarme con ella, primero por lo más sencillo, si esta moto está hecha para subir cual cabra a un monte, imaginen que serían los baches, topes, y demás “diversiones” de las calles de la ciudad, así es, los pasaba riéndose y la altura del chasis te hace imaginar que también en tiempo de lluvias pasas los lagos (inundaciones) como en un día de campo.

Por otra parte les comento que me gusta mucho el ciclismo, y esta moto tiene un sentir similar, por lo que comencé a aplicar ese manejo sencillo en la moto con grandes resultados, me olvidé de las preocupaciones de la dirección y altura ya que encontré un punto en el asiento que me dejaba apoyar un poco mejor las puntas al tener que detenerme. Una semana bastó para que mi cara de preocupación cambiara por una de alegría ya que como pueden notar ambas motos son muy esbeltas, por lo que pasas por cualquier lado y los espejos de los autos quedan por debajo del manubrio.

Ya había logrado la confianza en esta moto, pero este no era el punto, lo importante era rodar en tierra así que acudimos a un maestro, a Diego Moctezuma de MotoExplore México, a quien conocimos en nuestro reportaje de motos doble propósito de hace unos meses. Así que ya con toda la seguridad de manejo en ciudad y transito infernal nos dirigimos a un lugar cercano y demandante, el Ajusco, puntualmente en el Tezontle, donde comenzamos con ejercicios básicos, pero sobre todo al con lo que había estado sufriendo los días pasados, cómo subir a la moto. La verdad usaba siempre las banquetas, pero Diego me comentó que tenía que subir recargando el peso al lado de la pata de descanso de la moto, luego extender la otra pierna del otro lado, echar la nalga derecha hacia fuera del asiento, enderezar y apoyarme con la derecha, quitar el posa pie y listo, regresar a vertical, es más sencillo de lo que se lee, se los juro.

En esta parte ambas motos estaban en su elemento, y era hora de darle vuelo al apartado técnico que como se imaginan comparten, aunque es ligeramente mayor la Husqvarna con 692.7 cc, ambas con un motor de un solo cilindro, mientras que la KTM se queda en los 690 cc, la potencia y torque que rondan los 75 hp y 52.4 lb-pie. Datos similares a la Husqvarna Vitpilen 701 que manejamos hace poco y obviamente comparte bloque. Con esto y el bajo peso te imaginas la aceleración que da, además de tener una caja de cambios corta de primera a cuarta.

La tierra siempre representa un mayor reto, uno tremendamente físico, y de estar atento en todo momento ya que cualquier piedra puede desbalancearte, la movilidad del cuerpo se hace fundamental y te conviertes un contrapeso en todo momento para mantener en línea la moto, o bueno, ya cuando tienes práctica y conocimiento la moto puede ir casi en el piso para dar vuelta o mientras saltas, y eso es espectacular. Llegó un momento en que nuestro maestro nos puso a hacer ejercicios más complicados, que parecían imposibles, pero en un rato y luego de mucho sudor entiendes a la moto y te cambias el switch, sí ese del manejo de motos “normales”, y ahí es donde comienzas a divertirte.

Además, y más e importante es que como les decía al principio, adquieres mucha más “fineza” de manejo ya que en la tierra debes ir sintiendo todo el entorno y esto al pasarlo al pavimento o a motos de otros estilos te da un mejor manejo, eso es un hecho así que, aunque tengas muchos años rodando en tu moto, intenta el manejo en tierra, seguro aprenderás mucho.

En cuanto a las diferencias de las motos son realmente pocas, estéticamente algunas molduras y quizá la mayor es el tablero de instrumentos, que en el de KTM es uno convencional y en el caso de la Husqvarna mejor no se hubieran molestado en poner esa pantalla de “beeper”, se pasaron de minimalistas. Las suspensiones son las mismas y tienen un sentir firme, aunque se pueden regular, pero como vienen de fábrica funcionan de maravilla para el uso diario, y debo señalar que cuentan con frenos ABS desconectables.

Al final fue una gran experiencia, y sobre todo un nuevo logro de manejar algo tan diferente, siempre hay tiempo de aprender cosas nuevas y este fue el caso dentro de este inmenso mundo de estilo de motos, donde solo me queda recomendarles, intenten subirse a todas, ya que de todas se aprende algo.

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