Las opiniones están divididas sobre cómo la industria relojera se ha convertido en un puñado de grandes grupos multimarca como Richemont o el Grupo Swatch (que poseen la mayoría de los fabricantes), y el resto permanece como independientes. Estos últimos incluyen, desde pequeñas manufacturas, hasta enormes empresas individuales como Seiko.
Lo que es innegable es que la adquisición (en parte o en su totalidad) de un pequeño grupo independiente por un grupo más grande significa seguridad para el futuro. El problema que se está ignorando es la preservación de la integridad de la marca más pequeña, duda que surge tras el anuncio de que Chanel adquirió una parte de F.P. Journe.
Revolution no se contentó con escuchar rumores, e inmediatamente se contactó con el Departamento de Comunicación de F.P. para tener información sobre su desarrollo, y en parte buscando tranquilidad para los aficionados de la marca. Después de todo, Journe es uno de los pioneros en el renacimiento del reloj mecánico, un múltiple ganador de premios en la industria, y un devoto practicante de la inventiva del gran Abraham-Louis Breguet.
Participación calculada
En cuanto a los anuncios oficiales, este fue claro y conciso. Con exactamente 150 palabras bien elegidas, Chanel declaró que había adquirido: “una participación minoritaria en Montres Journe SA”. Para que los expertos no condenaran a Chanel como arribista, la marca ha estado produciendo complicaciones notables últimamente, mientras que Bell & Ross, celebra este año su 20 aniversario y desde 2011 es director de Romain Gauthier.
La toma parcial de la dirección por parte de Chanel es un buen augurio para F.P. Journe, ya que han declarado que su objetivo principal es: “desarrollar experiencia y apoyar a los relojeros independientes que comparten los mismos valores de creación y excelencia que Chanel”. Journe es otra joya para agregar a la corona de Chanel, ya que la manufactura anunciaba el renacimiento de los relojes mecánicos en 1982, cuando François-Paul Journe creó su primer reloj en París.
El tiempo de Chanel es perfecto, pues en 2019 se cumplen 20 años desde que Montres Journe SA, con sede en Ginebra, comenzó a poner en el mercado relojes de lujo bajo el nombre de “F.P. Journe Invenit et Fecit “. Como sus seguidores saben, la compañía diseña, desarrolla y produce cada movimiento, caja y dial de reloj.
Símbolo de exclusividad
Su producción se limita deliberadamente a 900 relojes al año, lo que garantiza su exclusividad. Según Chanel, la participación de la compañía: “permitirá a Montres Journe SA continuar su desarrollo asegurando su sostenibilidad, así como su autonomía”. Y esas cinco últimas palabras son clave para que F.P Journe sume a algún otro socio.
Consciente de las implicaciones del anuncio, el Departamento de Comunicaciones deJourne le contó a Revolution en una conversación exclusiva: “La decisión fue muy bien pensada, y las discusiones han estado en curso por algún tiempo”. Recordando la reciente colaboración de F.P. Journe con el fabricante de escopetas Holland & Holland, nos dimos cuenta de que nos estaban proporcionado una pista de lo que estaba ocurriendo.
Cuando se le preguntó ¿por qué ahora?, el vocero fue inequívoco: “En este momento y en un futuro previsible, todo está bien, pero el señor Journe no quería terminar siendo simplemente una marca más en un grupo masivo. Chanel demostró un entendimiento extraordinario y quería probar que sería un socio excepcional cuidando de Montres Journe SA. Por lo tanto, se ha asegurado la libertad total, aumentada por la seguridad del respaldo de Chanel “.
Como saben los observadores expertos de la industria relojera, a diferencia de los comerciantes de noticias falsas que se deleitan en la incitación al pánico, Chanel siempre ha sido discreta acerca de sus asociaciones. Nos dijeron que el propio François notó que Chanel representa elegancia, astucia y gran visión. Para aquellos que han sido deslumbrados por colecciones tan magníficas como Vagabondage, Souveraine y Octa, el futuro de su creador ahora está asegurado.