Tuvimos la oportunidad de conocer las nuevas BMW F 750 GS y F 850 GS, motos que sustituyen dos modelos que se habían presentado desde 2007, siendo ya muy longevas y aun así se mantuvieron como referente del segmento intermedio todos estos años. Si crees que solo estás viendo una “manita de gato” visual, no es así, ya que el chasis, motor, puesta a punto, accesorios y electrónica son totalmente nuevas.
La presentación nos llevaría a una ruta corta de alrededor de 300 km, donde nos enfrentaríamos a carreteras de cuota y caminos sinuosos, así como uno poco de terracería, que, si bien nos dijeron que sería “tranquila”, la lluvia la convirtió en algo “intranquila”. Salimos temprano y pudimos escoger entre los dos modelos, y como estaba frente a una 850, ni modo que me negara. Esta moto como su predecesora es alta e imponente y eso que todavía no llega la versión Adventure (que sí llegará).
Comenzamos a rodar y de inmediato noté la dureza de la suspensión, aunque cabe señalar que tiene modos de manejo que modifican este valor e incluso con la cantidad de carga que se tenga, (maletas y/o pasajero), claro, debo decir que estas motos que probamos estaban llenas del equipo de serie por lo que el manubrio con los controles parecía el de una 1200 GS, pero no solo eso ya que el motor también empuja que da gusto.
En el trayecto con los colegas del medio nos íbamos intercambiando las posiciones en carretera y en una de esas me tocó detrás del guía que traía un R 1200 GS y cuando realizaba un rebase o aceleraba era muy fácil mantenerle el paso, lo cual habla muy bien del desempeño. El curveo es algo sencillo y natural y no se siente el peso del conjunto, debo decirles que esta moto me gustó más por su carácter sólido. En el aspecto de altura se puede reducir cambiando el asiento o con un “kit” en la suspensión, esto para ambas motos.
Luego del trayecto carretero, llegamos al pie del monte que subiríamos, ahí hicimos de lado el modo Dynamic y puse el Enduro donde las ayudas electrónicas se reducen drásticamente, aunque existe también otro modo opcional denominado Enduro Pro que casi lleva a cero la electrónica, algo que solo un endurero de verdad podrá aprovechar. En esta parte la suspensión firme hacía que el camino fuera un día de campo, solo tenías que pararte sobre los posapies y a darle. Bastaba poco acelerador para seguir rodando en la subida y piedras, aunque no contábamos con el lodo.
Una noche antes llovió y dejó charcos y un lodo “duro y resbaladizo” esto no sería problema, pero traíamos llantas de calle, por lo que toco sacar las dotes de “piloto sensible” para ir acompañando a la moto en cada movimiento extraño, puro juego clutch en los momentos de poca tracción y la moto seguía avanzando y solo me imaginé como sería con las llantas de tacos, seguro una cabra de monte, pesada, pero al final cabra.
Al llegar a la punta del cerro descansamos y cambiamos de moto, tocó la 750 y el cambio se sentía y mucho. De entrada, es más baja y suave, sin dudas acorde a los viajes largos. La bajada del monte fue más confortable y la suspensión se “comía” todo y yo iba flotado, al salir a la carretera la respuesta del motor no desmerecía y empuja que da gusto. Algo que no les comenté es que ambas cuentan con asistente de cambios de velocidad, así no tienes que presionar el clutch para hacer el cambio hacia arriba o abajo.
Algo que también llamó la atención fue la pantalla de instrumentos a color (sí, también opcional) que además de mostrar el estatus de la moto también puede conectarse con tu teléfono mediante una App de la marca para controlar llamadas, música y navegación simple desde el manubrio.
Sin dudas la nueva generación de estas motos mantendrá a sus clientes felices, con un producto que se adecue a sus necesidades, ya sea viajar o irse de aventura, aunque ambas sean aptas para ello, de manera personal me quedo con el sentir de la 850 y pronto esperamos tener ambas motos para una prueba más a fondo.
El precio de la BMW F 750 GS comienza desde $185,800 pesos
Mientras que la BMW F 850 GS arranca desde los $218,800 pesos