Opel presenta en el marco del Auto Show de Ginebra, la la flamante versión Station Wagon del Insignia, el Sports Tourer, modelo que acompañará al Insignia Grand Sport, más conocido como la versión sedán.
El nuevo Opel Insignia 2018 tanto en su versión Sports Tourer como Grand Sport recurre a una nueva plataforma modular, esquema que le permite, aun siendo más grande que su antecesor, reducir el peso totalen 200 kilos. En el caso del sedán, la ganancia es algo menor, con 175 kilos menos en la estructura y 60 kilos con el auto ya formado. Esta dieta se hace aparente también en el diseño, con superficies y formas más aerodinámicas, transmitiendo esa sensación de ligereza. Ya que hablamos del diseño, queda muy clara la influencia que tuvo el Monza Concept, pero que se traduce mucho mejor en el formato wagon. Se logró migrar a producción el muy característico filete cromado que va por sobre las ventanas hacia la parte trasera y que termina formando parte del diseño interior de las calaveras. En el caso del Grand Sport, vemos una silueta de cortes muy limpios y de apariencia más minimalista.
Impacta el hecho de que el Insignia de formato Touring es más espacioso que su antecesor, con 100 litros extra, para un total de 1,640 litros. Esto es prácticamente la capacidad de un SUV, pero con los asientos abatidos, por lo que es más que bastante.
Para los que hemos conocido al Insignia de generación actual (comercializado en México como Buick Regal), sabemos que, aunque es un sedán de buen tamaño, ofrece un desempeño bastante alegre. Claro que cada vez se borra la línea entre la gama convencional y los modelos preparados por el brazo armado de Opel es decir OPC, algo que queda en evidencia cuando decimos que ambas configuraciones seran dotadas de suspensión activa y un sistema de tracción integral que reemplaza el diferencial trasero por dos embragues multidisco, para ofrecer un verdadero sistema de torque vectoring activo. Esto tambien mejorará con un programa FlexRide de control de chasis más evoluciónado que en su antecesor, con tres modos (Standard, Sport y Tour) más un nuevo modulo de conducción que permitirá que gracias a sensores en el auto, éste se adapte continuamente a nuestro estilo de manejo.
Tecnologicamente hablando el Insignia portará un sistema de iluminación inteligente IntelliLux LED con matriz selectiva, control de cambio de carril, Head-Up display y asientos certificados AGR (como los que lleva el Opel Astra que recientemente probamos), que además serán calefaccionados en todas las plazas, junto a un parabrisas delantero térmico, entre lo más relevante.
El Opel Insignia 2018 aún no tiene una oferta de motores confirmada, pero se especula comprenda algunas unidades Turboalimentadas de 2 litros, en algunos casos, llegando a los 247 Hp. Lo que sí se sabe es que portará una caja automática de 8 velocidades. En Australia, se le conocerá como Holden Commodore que primera vez en la historia abandonará los V8 y la tracción posterior en pos de las unidades europeas que ofrecen más espacio y mejor consumo, mientras que las versiones más vitaminadas optarían por un motor V6 con sobre 300 Hp acoplado una transmisión automática de 9 velocidades.
Por su parte, en Inglaterra, como es habitual los productos de Opel se conocen como Vauxhall y ésta no será la excepción, sin embargo, la noticia para nuestro mercado es que este renovado Insignia cruzará el océano atlántico transformado en el Buick Regal, como ya sucede en la actualidad, aunque lamentablemente solo en versión sedán, puesto que el gusto de Norteamérica por los SUVs y los crossovers no deja espacio para los monovolúmenes o station wagon.