Estaba previsto en la Ley de Hidrocarburos de la Reforma Energética que en 2018 se determinarían los precios de combustibles en todo el país a través de reglas de mercado, pero la Secretaría de Hacienda y Crédito Público -SHCP- a través del Esquema de flexibilización de los mercados de gasolinas y diésel anunció los nuevos precios de la gasolina para México en 2017.
Así que a partir del 1 de enero de 2017 se actualizará la fórmula general para precios máximos de tal forma que se reconozcan los costos de suministro. Adicionalmente, se determinarán precios máximos por regiones, con el fin de que “reflejen de manera correcta los diferentes costos de logística y distribución que cada región tiene para hacerle llegar el combustible” así que la regionalización de los precios máximos de las gasolinas y el diésel se hará tomando en cuanto la infraestructura actual de PEMEX en cuanto a terminales de almacenamiento y reparto, las cuales cada una abastece a distintas localidades, municipios y regiones específicas.
La fórmula para definir los precios máximos en cada región toma en cuenta el "costo de oportunidad del combustible mismo, que son sus precios de referencia de los mercados internacionales, el costo de logística, transportar, almacenar y distribuir el combustible que ocurre desde su lugar de compra o producción hasta su destino, los impuestos aplicables, donde están el IEPS, el IEPS aplicable para los Estados, el IEPS por contenido de carbono, y el IVA, un margen para que la estación de servicio recupere sus costos, similar al que reciben actualmente".
La actualización de los precios máximos regionales se hará, en un principio, semanalmente, para posteriormente pasar a tener una actualización diaria.
Según la SHCP, esta actualización es necesaria pues los precios de referencia internacional de los combustibles cambian con los movimientos diarios de los mercados internacionales y esto evitará que haya rezagos de los precios máximos en México respecto a los precios internacionales, lo que contribuirá a una transición suave conforme se amplíen los mercados flexibilizados.
Pero seamos honestos, ¿a quién beneficia el subsidio a la gasolina? El Instituto Mexicano para la Competitividad -IMCO- se basó en datos de la SHCP, y descubrió que por cada peso del subsidio a la gasolina que recibe un individuo perteneciente al 10% de la población con menores ingresos, un individuo en el 10% más rico se lleva 32 pesos. Esto es porque los individuos de mayores ingresos tienden a demandar mayor cantidad de combustible.
Con esto en mente, IMCO creó una aplicación interactiva para ofrecer evidencia de que la reforma fiscal aprobada este año, la cual plantea la eliminación gradual del subsidio a los combustibles fósiles y un impuesto a la gasolina de 10.38 centavos por litro, no beneficia a los más pobres.
El esquema actual en realidad subsidia a los segmentos más ricos de la población ya que el 20% más rico del país recibe casi 60% del beneficio total, mientras que el 20% más pobre recibe tan sólo el 3%.
Actualmente, México es uno de los países con mayor consumo de gasolina en el mundo al ubicarse en la posición 25. Al año se consumen 295 litros de gasolina por persona lo que nos convierte en el país latinoamericano con mayor consumo per cápita así que una política pública eficaz debería estar orientada a gravar el consumo de gasolina y utilizar los recursos disponibles para financiar mejoras en el transporte público y la movilidad.
Así que por si quedaba alguna duda, lamentablemente los más beneficados no somos la mayoría de la población sino una minoría.