En agosto de 1956, el Renault Etoile Filante estableció cuatro récords mundiales en el desierto de Bonneville (dos de los cuáles aún están vigentes) y para celebrar el 60 aniversario de esta hazaña, la división Renault Classic regresa junto a su prototipo clásico a las famosas salinas ubicadas en el estado de Utah.
Cabe destacar que el Etoile Filante estaba impulsado por una turbina que anunciaba 270 caballos. Debido a su cuidada aerodinámica y una carrocería muy ligera este prototipo fue capaz de alcanzar los 308.9 km/h en mil metros y 308.85 km/h en cinco kilómetros. Con ello se estableció como el automóvil de turbina de combustión más rápido del mundo, récord que conserva al día de hoy, cabe señalar que este vehículo no es de propulsión a chorro, la turbina generaba la fuerza, pero esta era enviada a las ruedas traseras, detalle que hace aun más raro su funcionamiento
Por si esto no fuera poco, Renault aprovechó la situación para igualmente celebrar los 60 años del lanzamiento del Dauphine, por lo que también mandó una unidad al salar de Bonneville. Lo interesante es que bajo las manos del piloto Nicolas Prost, estableció un nuevo récord de velocidad en la categoría “Classic Gas Coupé” (válida para modelos fabricados entre 1928 y 1981 con motores de 754 a 1,015 cc), tras alcanzar los 123.1 kilómetros por hora.