De acuerdo a una investigación realizada por el Insurance Institute for Highway Safety (IIHS) -con datos del Fatality Analysis Reporting System- cerca de la mitad de los conductores adolescentes -entre 15 y 17 años de edad- que murieron en accidentes automovilísticos entre 2008 y 2012 en Estados Unidos iban a bordo de un automóvil con más de 11 años de antigüedad, en tanto que una tercera parte manejaban autos compactos.
Por su parte, los conductores de mediana edad que murieron durante el mismo lapso tenían vehículos con menos años de vida y no abundaban los de tamaño pequeño como sucede con los adolescentes.
Al comparar las cifras de ambos casos los investigadores de este estudio llegaron a la hipótesis de que los autos más viejos y más pequeños son generalmente menos seguros. Como se puede ver en el sector de los autos compactos anteriores a 2012, la mayoría de los modelos ven limitada la cantidad de bolsas de aire y asistencias electrónicas como el control de estabilidad. Tan sólo el 3 por ciento de los adolescentes tienen un auto con este último sistema y un 12 por ciento con air bags laterales, en comparación con el 7 y 12 por ciento respectiavmente de los autos de los personas mayores de edad.
Por desgracia cuando se es joven los recursos económicos limitan a que se tenga acceso a automóviles de años más recientes, los cuales además de tener una carrocería que absorbe mejor los impactos contienen más sistemas de asistencia al conductor básicas como el control de estabilidad. Seguramente este -o peor- es el mismo caso en México. ¿Tú qué crees?