Todo proyecto, invento o desarrollo tecnológico comienza en la imaginación o como un sueño, viajes espaciales, rayos X, materiales ligeros, fueron hace tiempo impensados y ahora vivimos con ellos día con día.
Bajo este concepto el diseñador y arquitecto de obras urbanas en Suecia imagino las grandes autopistas como serpientes que viajan sobre la tierra, cosa sencilla de observar cuando vemos los mapas carreteros, pero Mans Tham fue un paso más allá, ya que dichos tramos podrían ser recubiertos por placas solares.
Con ello todas las carreteras se convertirían en algo así como un túnel, de gran tamaño donde el automovilista se beneficiaría al reducir la taza de calor durante el viaje, mientras que el camino generaría su propia electricidad para los anuncios y/o alertas.
Por otra parte en “el mundo de Tham” la parte externa de las carreteras contaría con invernaderos para algas, las cuales tienen un crecimiento más acelerado que las plantas de tierra y de la cual mediante procesos químicos se podrían generar biocombustibles.
Ambas ideas sería en beneficio para las ciudades, ya que el excedente de la energía solar captada por los paneles y la producción de biocombustibles sería para apoyar la demanda generada por el alumbrado público y luz en general.
Una idea, una visión que parece un sueño, pero en el presente vivimos los sueños de nuestros antepasados, sólo queda esperar y poder llegar a vivir lo suficiente para ver cosas como la idea de Mans Tham.