
Volvo prepara una transformación clave para uno de sus modelos más importantes: la próxima generación del XC90, su segundo vehículo más vendido a nivel global.
Este SUV grande, pensado para familias numerosas y para el mercado estadounidense, estrenará una mecánica híbrida de autonomía extendida (EREV), una solución que combina lo mejor de los autos eléctricos con la tranquilidad de un motor de respaldo.
Aunque su debut está previsto para 2028, ya hay confirmaciones importantes. Durante un evento con medios en Ridgeville, Carolina del Sur, donde la marca invirtió 1.3 mil millones de dólares en su planta, el CEO de Volvo, Hakan Samuelsson, explicó que este nuevo XC90 será un eléctrico en su comportamiento: aceleración inmediata, manejo silencioso y hasta 160 km de autonomía 100% eléctrica. La diferencia estará en su generador a gasolina, que permitirá recargar la batería en movimiento.
Con las ventas de EVs puros desacelerándose en EE.UU., y el fin del crédito fiscal federal el 30 de septiembre, Volvo busca una fórmula intermedia para mantener la electrificación en ritmo sin perder atractivo comercial. Marcas como Hyundai, Nissan, Ford y Scout Motors ya desarrollan sus propios EREVs, mientras que en China la tecnología ha ganado terreno rápidamente.
El XC90 EREV será un producto centrado en Estados Unidos, fabricado en la planta de Ridgeville, y pensado para las necesidades de movilidad y espacio de las familias norteamericanas. Aunque Volvo no ha revelado todos los detalles técnicos, la estrategia apunta a reforzar su portafolio electrificado y preparar el terreno hacia 2030, año en el que planea producir un cuarto modelo en esa misma instalación.