Se trata del ID.3 GTX Fire+Ice, una edición especial que no solo revive la esencia del legendario Golf 2 Fire & Ice de 1990, sino que la mezcla con moda, música y cultura pop en un cóctel de nostalgia y modernidad.
La inspiración viene directamente del filme “Fire and Ice” (1986) de Willy Bogner, que con sus secuencias de esquí y adrenalina se convirtió en culto.
Aquel espíritu dio pie al Golf Fire & Ice, un hatchback deportivo con diseño atrevido y hasta 160 hp, que marcó época con su pintura violeta perlada y look agresivo. Ahora, 35 años después, el legado regresa reinterpretado en clave eléctrica.
El ID.3 GTX Fire+Ice no es solo un auto: es un proyecto cultural. Volkswagen se alió con la marca de moda Bogner Fire+Ice y con el DJ y productor Purple Disco Machine, quien junto con Jake Shears (Scissor Sisters) reimaginó el tema musical original de la película. El track ya supera el millón de reproducciones en apenas unos días, convirtiéndose en un nuevo himno dancefloor que une generaciones.
El videoclip no se queda atrás: acción, paisajes espectaculares y una narrativa que enfrenta al Golf 2 original con su heredero eléctrico. Stunts legendarios reviven en versión 2026, demostrando que la emoción no depende de la gasolina, sino de la actitud.
Christine Wolburg, Chief Brand Officer de Volkswagen, lo resume así: “Siempre hemos sido parte de la cultura mainstream y queremos seguir construyendo la del mañana. Con el ID.3 GTX Fire+Ice unimos autos, moda y música en una propuesta única”.
La edición será ultra limitada: solo 1,990 unidades en homenaje al año del Golf original. Con pintura exclusiva, detalles de diseño diferenciados y la potencia del sistema GTX, Volkswagen busca emocionar tanto a nostálgicos como a nuevos entusiastas.
Detrás del beat, Purple Disco Machine aporta su sello: un sonido que mezcla vibras ochenteras con toques modernos, lo que le ha valido un Grammy y más de dos mil millones de streams. Y ahora, también, un lugar en la historia de Volkswagen.
Con esta jugada, la marca alemana no solo revive un clásico, sino que demuestra cómo un auto puede ser más que transporte: puede ser moda, música y cultura en movimiento.
