
Geely trajo a México la Monjaro, un crossover mediano que es el lanzamiento del año para la firma china, pues si bien está metido en una categoría que podría parecer más grande que el de las compactas, en realidad está casi en las dimensiones de varias integrantes de ese segmento, y tiene un precio que también la pone en la pelea.
Antes de seguir, hay que recordar que Geely es un grupo automotriz que engloba en su portafolio de marcas a Volvo, Lotus, Zeek, Lynk&Co, y tiene acciones en Mercedes-Benz, así que estamos hablando de uno de los grupos automotrices chinos que más roce tiene de forma directa con el mundo de los vehículos premium, no como aliado, sino como dueño.
Todo ello queda de manifiesto en esta camioneta, pues la plataforma y el motor son heredados de la Volvo XC60, la transmisión es de origen Toyota, cuenta con tracción integral, y una enorme cantidad de elementos de equipamiento de primer nivel, incluyendo triple pantalla interior y 12 asistencias ADAS.
Para presentar este crossover en nuestro mercado, Geely nos citó en el México Drive Resort (MDR), que sí fue una invitación rara, tomando en cuenta el corte del vehículo, pero que ofrece la posibilidad de utilizar una parte de la pista para entender mejor la dinámica de manejo de esta camioneta, junto con la zona offroad, donde también pudimos conocer el trabajo de la tracción integral en condiciones de poca adherencia.
Debajo del cofre la Monjaro cuenta con un motor de cuatro cilindros 2.0L turbocargado, que entrega 235 caballos de fuerza y 258 libras-pie de torque, acoplado a una transmisión automática de 8 velocidades, además de contar con programa de siete modos de manejo, incluyendo Off-Road, Nieve, Arena y Sport.
El primer reto fue en el asfalto, en una de las partes más técnicas del MDR, con curvas lentas, cambios de elevación, frenadas en desnivel y algunos puntos donde hay que sacar lo mejor de su dinámica para enlazar las curvas.
A pesar de sus 4.7 metros de largo, 21 centímetros, 1,771 kilos de peso, se siente ágil, bien puesta en el piso, sin transferencias bruscas de peso, en general el manejo es estable y muy predecible. Tal vez, la única queja (como en la mayoría de los autos chinos) es la suavidad de la dirección, aún en modo Sport, se siente muy suavecita.
Después pasamos a la zona de offroad, que tiene un interesante trazado de tierra, con un empinado monte de tierra y caminos angostos, como los que podemos encontrar en algunas brechas fuera de la autopista, nada extremo, pero una intensa lluvia lo puso más interesante, pues rápidamente comenzó a hacer lodo y ahí, el sistema de tracción integral y la electrónica en modo Off-Road, sacaron lo mejor de sí, para evitar que perdiéramos el control del vehículo, tanto en el recorrido, como subiendo o bajando el monte, e incluso, en una zona irregular, pensada para que uno de los neumáticos traseros queden volando y veamos cómo funciona el control de tracción inteligente, que frena la llanta que queda girando sin tracción y enfoca la potencia en las que sí están en el piso.
La experiencia a bordo de la cabina es de primer nivel, con muy buenos acabados, mucho espacio en las dos filas de asiento y elementos como la posibilidad de acoplar el respaldo del asiento delantero del pasajero, con el de la banca trasera del mismo lado, para formar una especie de reposet.
La Geely Monjaro ya está a la venta en México en una sola versión por $699,900.