Es habitual ver a altos ejecutivos de empresas automovilísticas usar modelos de la compañías como autos corporativos en sus deplazamientos habituales. Pero no olvidemos que Akio Toyoda fue CEO de Toyota, y perfectamente podía pasar de la formalidad de un traje de negocios, a ocupar un buzo antiflama para transformarse en "Morizo" al volante de un Yaris GR o un Corolla GR en la pista de pruebas. Pues bien, a raíz del reciente lanzamiento de la versión actualizada del adrenalínico Volkswagen Golf R de octava generación, y con tal de mostrar sus virtudes en pista, se ideó un duelo entre dos pesos pesados: Thomas Schäfer, CEO de VW contra Jonas Thielebein, Ingeniero Jefe del prestacional deportivo..
La contendienda no sería desigual, por cuanto ambos mostraron la valía del modelo en una serie de pruebas, teniendo a su disposición nada menos que un ejemplar reluciente del Golf R (Black Edition para el CEO y un Variant para el Ingeniero Jefe), con nada despreciables 333 Hp de potencia y 310 Lb-pie de par, provenientes de su motor turboalimentado de 2 litros, gestionados por una veloz transmisión DSG de siete relaciones y sistema de tracción total 4Motion con R Performance, las que fueron plasmadas en un anuncio del modelo que se puede ver en Youtube.
Ambos personajes idearon celebrar tres carreras: sprint de cuarto de milla, vuelta rápida y lucha de derrapes, mostrando algunas de sus cualidades como son el modo Racing, en el cual la dirección, el motor y la suspensión se preparan muy deportivo (o extremo) en pista, sumado a una acústica también modificada. También tuvieron oportunidad de demostrar el modo de lanzamiento o "launch control". En el cuarto de milla se impuso el director ejecutivo con un crono de 13,72, contra 14,32 del Jefe del Golf R.
Para las vueltas rápidas se usó un cronómetro GPS y el modo Individual personalizable de manejo, con lo que el mejor tiempo fue para Jonas Thielebein con una marca de 1,07:50, con una diferencia de poco menos de cinco segundos del anotado por el CEO de VW.
Por último, la última carrera decidía quien se llevaba los laureles de esta batalla. En la derrapes, activando el modo "Drift" del auto, nuevamente se impuso el Ingeniero Jefe quien logró que el Golf R derrapase 14 veces contra las cinco realizadas por Schäfer, lo que le dio el triunfo al primero.
Sin duda, un evento poco frecuente y entretenida forma de demostrar las cualidades que tiene este auténtico hatchback mediano de altas prestaciones.
R Challenge
