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El inesperado espectáculo de Donald Trump en el Daytona International Speedway

El Presidente de Estados Unidos demostró que cuando se trata de robar reflectores, no hay carrera que lo detenga.

El inesperado espectáculo de Donald Trump en el Daytona International Speedway

Si creíamos que lo habíamos visto todo en el mundo del automovilismo, Donald Trump llegó para demostrarnos que siempre existe un espacio para lo inesperado. El presidente de los Estados Unidos sorprendió a propios y extraños al aparecer en el Daytona International Speedway a bordo de su imponente limusina presidencial The BeastMientras los fanáticos de la velocidad esperaban ver a los verdaderos protagonistas de la jornada, Trump se encargó de robar reflectores en una escena digna de una película de acción. Con el convoy del Servicio Secreto siguiéndolo de cerca, “La bestia” desfiló por la pista, generando una mezcla de aplausos, incredulidad y, por supuesto, un sinfín de comentarios en las redes sociales.


Para quienes no están familiarizados con la famosa limusina presidencial, ‘The Beast’ no es cualquier auto. Se trata de un Cadillac blindado que bien podría ser el sueño de cualquier paranoico: cristales antibalas, sistema de oxígeno autónomo, puertas reforzadas como las de un avión comercial y un compartimento secreto con sangre del presidente en caso de emergencia. Básicamente, es un tanque con apariencia de limusina, perfecto para hacer una entrada triunfal (o desviar la atención de cualquier otro evento en curso). Por si fuera poco este súper auto mide 5,5 metros de largo, tiene una altura de 178 centímetros y está impulsado por un motor V8 de doble turbocompresor que genera hasta 300 caballos de fuerza.

Como era de esperarse, la presencia de Trump en el Daytona International Speedway no pasó desapercibida. Entre los que no recibieron con agrado el espectáculo estaba Bubba Wallace, piloto de NASCAR y uno de los pocos afroamericanos en la categoría, quien ha tenido enfrentamientos públicos con Trump en el pasado. Aunque el Presidente parecía disfrutar de su momento de gloria, la lluvia hizo de las suyas y provocó retrasos en la carrera. Ante esto, Trump decidió retirarse antes de que todo concluyera, dejando el protagonismo de vuelta a los verdaderos pilotos. Finalmente, William Byron se llevó la victoria por segundo año consecutivo, aunque para muchos, el verdadero espectáculo ya había ocurrido fuera de la pista.

 

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