Que el mercado de los autos eléctricos se encuentre en este momento notablemente desacelerado, no es ninguna mentira. Repentinamente, la industria automotriz mundial se encontró con un panorama que en muchos casos no tenían presupuestado, y esto lo podemos ver en las decisiones que muchas marcas están tomando pues claramente su estrategia eléctrica no contemplaba el desinterés de mercado, ¿el por qué? Bueno, pues las causas van desde la falta de calidad, pasando por los precios, pero, sobre todo, por temas de infraestructura mundial.
Por “hacer algunos números”, tenemos que para el tercer trimestre del presente 2024 el índice de registros de EVs cayó de 25,353 a 18,990 unidades, o, dicho de otra manera, cayó a 6.6%. curiosamente, esas ventas “faltantes” para los EVs no se fueron a los autos a gasolina, sino que se reflejó en una mejora del 56 % para los autos híbridos pues los clientes se han percatado que son mejores para cubrir sus necesidades, vamos, son como lo mejor de dos mundos.
Ahora bien, hablando de la tierra de los canguros, la situación se acentúa pues las autoridades han quitado los beneficios a los autos eléctricos, mientras que los PHEVs se mantendrán exentos de impuestos hasta 2025; claro que el cliente final lo que busca es un ganar-ganar, y si en un modelo híbrido logra detectar que no tendrá que “meterse en problemas” de recargas, a la par de que sigue conservado una mecánica ordinaria que “lo salve” en momentos de cero energía, entonces tendremos estos resultados.