La evolución del automóvil no solo transforma al vehículo, también tiene efecto sobre las infraestructuras que usa para desplazarse. Más allá de las propuestas y construcción de caminos pensados directamente para autos eléctricos y autónomos, también podría, o más bien, debería haber un cambio en los semáforos acorde a un estudio.
La Universidad estatal de Carolina del Norte, Estados Unidos, publicó su estudio en donde describen como sobre los tradicionales colores que hemos usado por décadas, debería añadirse un cuarto color, el blanco. Dicho color tendría como función indicar a los conductores humanos de seguir al auto que tienen en frente a través de una intersección.
Esta conclusión se obtuvo al analizar la forma en la que en teoría operarán los vehículos autónomos del futuro, pues estarían conectados a otros vehículos y a la propia infraestructura de la ciudad, por lo que en momentos donde sea seguro cruzar una intersección que normalmente estaría en rojo, estos autos podrían seguir derecho de forma segura y así ahorrar tiempo de traslados y también energía, beneficiando a algunos otros conductores o autos en su proximidad.
Esta medida solo funcionaría cuando existan muchos vehículos autónomos trabajando en un área cercana, por lo que se aseguraría un cruce sin peligros por dicha intersección, sin embargo, si hay pocos vehículos autónomos en el área y más conductores humanos, el semáforo funcionaría de forma tradicional.
Para comprobare esto, los investigadores usaron simuladores de tráfico, por lo que notaron que al usar este cuarto color con un 10% de autos eléctricos en el área, el tiempo de desplazamiento mejoró en un 3% mientras que al tener un 30% de vehículos autónomos circulando por el área, el tiempo de traslado bajó en 10.7%.
Por el momento todo se queda en teoría, pues no hay una clara intensión de querer probar esta propuesta en un entorno real hasta el momento.
