En el mundo hay preparaciones que a priori no tienen ningún sentido. Algunas pueden ser catalogadas como genialidades y otras como locuras. Y justo lo que tienes frente a tu pantalla es un claro ejemplo, ya que se trata de una GEO Tracker 1996 a la que se le retiró el cuatro cilindros de 1.6 litros para albergar un motor de ocho cilindros.
La Geo Tracker fue vendida en México por Chevrolet, y a efectos prácticos no es otra cosa que la versión estadounidense de la Suzuki Vitara de primera generación. En su momento, fue un modelo muy apreciado por su economía, fiabilidad y desempeño todoterreno.
Sin embargo, la Tracker que protagoniza este artículo es completamente diferente, ya que bajo el cofre se encuentra un V8 de 5.0 litros extraído directamente de un Ford Mustang. Lo mejor es que es un ocho cilindros de la vieja escuela y aunque no se especifica la potencia, es casi seguro que supera los 300 caballos de fuerza. La transmisión es una manual de cinco velocidades que envía la potencia a las ruedas traseras.
Lo mejor, es que se trata de uno de los mejores sleepers que hemos visto y es que por fuera, luce muy bien conservada y en un gran estado. El interior está inmaculado. De frente, no hay forma de adivinar que bajo el cofre exista un V8. Tal vez el único indicio sería los rines deportivos con llantas anchas. Sin embargo, atrás resaltan las salidas de escape dobles y un paracaídas ubicado donde normalmente iría el neumático de refacción.
De alguna forma, esta locura me recuerda a la Suzuki Escudo que de la mano de Nobuhiro Tajima, obtuvo el primer puesto en Pikes Peak en 1996 ¿Y tú qué opinas? ¿Genialidad o locura?