Puede ser que París se destaque por su bulevares y anchas avenidas, pero en realidad, al igual que muchísimas capitales europeas, el tránsito es un infierno y mucho más es el conseguir lugar de estacionamiento. Es por eso que los concejales de París aprobaron por unanimidad una medida donde se estipula un aumento de las tarifas para los vehículos de gran tamaño.
Según Frédéric Badina-Serpette, concejal del partido ecologista EELV que propuso las medidas, el objetivo de la propuesta es “centrarse en un absurdo: la auto-besidad… el crecimiento inexorable del peso y el tamaño de los vehículos que circulan en nuestras ciudades, y en particular en París”.
La cantidad de SUV en la capital francesa aumentó en un 60 por ciento en los últimos cuatro años, y ahora representan el 15 por ciento de los 1,15 millones de vehículos privados que circulan por las calles parisinas.
Manejar por Paris no es tan placentero como parece.
David Belliard, teniente de alcalde de la ciudad responsable de la movilidad, enfatizó: “No hay caminos de tierra, ni caminos de montaña… Los SUV son absolutamente inútiles en París. Peor aún, son peligrosos, engorrosos y utilizan demasiados recursos”.
También hubo voces en contra de esta propuesta de aumentar las tarifas, y vinieron de parte de Pierre Chasseray, portavoz de una organización de conductores, que aclaró que algunas familias numerosas utilizan SUV en reemplazo de minivans, y que se las penalizaría cuando no corresponde.
Lo cierto es que los detalles de este proyecto aún están en desarrollo, y parece que no sólo se penalizará monetariamente el estacionamiento de los SUV como segmento, sino que las tarifas dependerán del tamaño, el peso y el motor del vehículo. Se espera que la regulación entre en vigencia en 2024, y quizás cambie poco las cosas o tal vez, sea el principio del fin para los vehículos innecesariamente grandes en las ciudades.
Así es manejar por París