¿Tienes recuerdo de algún convertible coreano? Se me viene uno a la cabeza, pero es una rareza: el Kia Elan, basado en el Lotus Elan M100. Hyundai no ha tenido ningún convertible en su historia, salvo dos versiones conceptuales del Hyundai Coupé (o Tiburón) y un Santa Fe recortado usado para una sesión de fotos, pero que un medio australiano descubrió y decidió probar, a modo de broma. Hubiese sido increíble ver un Hyundai Genesis de primera generación o un Veloster sin techo.
Ahora es el turno de Genesis de deslumbrarnos con el X Convertible, un modelo para cuatro pasajeros que nos encantaría ver llegar a la producción.
“Genesis comenzó su vida fabricando sedanes dirigidos principalmente a un cliente de perfil más ejecutivo. Mientras creábamos un ADN de diseño nuevo y distintivo, fuimos aumentando gradualmente nuestro atractivo emocional al aplicar este ADN a la tipología de SUV. Ahora, los motores eléctricos nos han brindado el escenario perfecto para disfrutar de la naturaleza e impulsaron a la marca a crear vehículos con una resonancia emocional aún mayor”, dijo el director creativo, Luc Donckerwolke.
Se cierra la trilogia
Todo comenzó en el 2021 con el X Concept, un Gran Turismo de dos puertas, bellísimo, bien proporcionado y que sacaba partido del concepto de diseño Athletic Elegance que hoy viste a la marca. Luego llegó el X Speedium Coupé, con un diseño de Shooting Brake y una evolución de la parrilla de Genesis para simbolizar su paso a la electromovilidad. Sobre la base de estos modelos, nace este convertible, el cual busca materializar el placer de conducir a cielo abierto, pero en un auto totalmente silencioso. El Genesis X Convertible usa un techo rígido plegable pero con una superficie acristalada, cosa de que aun cuando esté cerrado, puedas disfrutar del cielo, aislado de ruidos o del clima.
El cofre largo, la tendida distancia entre ejes y los voladizos cortos, así como su diseño minimalista, le entregan dos rasgos de presencia que cuestan combinar: la de un auto imponente, pero también de postura relajada. También se mantiene la linea parabólica que nace en el frontal y se despliega por sobre las salpicaderas frontales para terminar en la linea ovalada de la cadera (que incluye de manera natural un spoiler tipo "duck tail"). Por supuesto que la gráfica luminosa de doble trazo también es protagonista en este modelo.
Y no podemos dejar de lado, los rines multirayo que imitan la estructura de las llantas cóncavas con platos aerodinámicos (estilo Turbofan) que ayudan a extraer el calor de los frenos, pero en una reinterpretación realmente elegante.
El interior cuenta con un puesto al volante asimétrico y envolvente para el conductor. Los colores escogidos tampoco son al azar, puesto que celebran parte de la tradición coreana. Por ejemplo, el color Giwa Navy, que es una especie de azul, está inspirado en las tejas de las casas coreanas, en conjunto con el tono Dancheong Orange, inspirado en el color que se usa en las casas de madera tradicionales coreanas. Los cueros y costuras se combinan con un textil de lana ecológica. Y como es un convertible, el color interior debe ir a tono con el exterior, por ende, se eligió el color Crane White (blanco Grulla perlado) en honor al ave que representa santidad y nobleza en Corea.
El sistema de audio, al igual que con el X Speedium Coupé, fue desarrollado por el maestro en sonido Guk-il Yu, quien lidera la empresa Metal Sound Design, una firma de alta vanguardia en sonido y dedicada a la confección de parlantes metálicos que son una auténtica obra de arte, tanto en calidad como en su presentación.
En resumen, la idea de Genesis es generar productos con una filosofía en diseño que combine lo deportivo, lo elegante y lo emocional, pero desde un punto de vista más sustentable y con algo de la magia de Corea.
