El etanol expande sus fronteras. El combustible renovable, que se produce en Brasil desde hace más de medio siglo, está siendo adoptado en India, país en el que en breve se lanzará el primer modelo alimentado con esta fuente de energía. La apuesta de India por el etanol radica en su camino hacia una movilidad menos contaminante. Anunciada a mediados de 2021, esta política se generó luego de que fracasaran los intentos por prohibir las ventas de modelos impulsados por combustibles como la gasolina y el diésel para el 2030, a lo que se le sumó una lenta generación de infraestructura en su territorio para tal fin.
Tras el paso en falso, el gobierno local respondió buscando alternativas, que terminó encontrando en el etanol. Estamos hablando de un combustible renovable, que contamina menos que la gasolina y que es derivado de vegetales como el maíz, mientras que en Brasil, en su mayoría de la caña de azúcar, recurso que no solo abunda en el país sudamericano, sino también en India.
La ventaja que tiene el país asiático radica en que son varias las automotrices que están presentes tanto allí como en nuestro vecino carioca, abanderado en el desarrollo de la tecnología llamada Flex que permite funcionar con casi cualquier proporción de alcohol y gasolina como Renault, Volkswagen, Hyundai y Toyota.
Por otro lado, firmas sumamente populares en India, como Maruti-Suzuki y Tata, no cuentan con experiencia en la materia, por lo que deberían empezar a tomar nota sobre los cambios a realizar en sus modelos para adoptarlo. Algo similar sucede con algunas firmas de motos, hecho de igual relevancia si tenemos en cuenta que en uno de los países más poblados del mundo el mercado de las dos ruedas es más importante que el de los autos. De todas maneras, en su momento el Gobierno indio señaló que ya estaba realizando pruebas con marcas de este rubro.
India trabaja en la adopción de este combustible renovable, lo que va en línea con la estrategia global de la industria automotriz de disminuir su contaminación. Por otro lado, de este lado del mundo, más cerca de Brasil, en México ni de chiste el gobierno voltea a ver otras alternativas que no sean sus "combustibles del binestar", de hecho, entre "las locuras del emperador", destaca el uso de diesel para movilizar el tren de cierto proyecto en el sureste del país que, ya por si solo ha resultado ser -por donde se le vea- un verdadero ecocidio al ecosistema local; así que pensar o vislumbrar que el gobierno voltee a ver alternativas como el combustible Flex es sumamente remoto, y mientras eso no suceda, las marcas automotrices tampoco darán paso hacia esa brecha.
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